Los insectos se pueden acabar
Los insectos son considerados generalmente como un recurso natural no domesticado porque, en realidad, muy pocas especies son criadas. Lo que erróneamente se ha pensado es que se trata de un recurso infinito, cuando en realidad la sobreexplotación puede poner en riesgo la estabilidad de la poblaciones naturales de algunas especies de insectos.
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Las orugas capturadas en vida libre tiene mayores ventajas competitivas cuando se comparan con aquellas recolectadas en cultivos, ya que las primeras están libres de pesticidas. Sin embargo, la sobre explotación en algunos casos ha sido tan fuerte que algunas especies han llegado a desparecer. Por ejemplo, se ha reportado la desaparición de poblaciones de orugas de mariposas nocturnas (Imbrasia belina) en algunas partes de Botswana y Sur África.
Para evaluar esta problemática se han hecho tanto estudios como controles a la recolección y captura de insectos en vida libre en diferentes partes del planeta. La conclusión es que efectivamente los sistemas de recolecta de insectos no son sostenibles ni en términos de tasa de cosecha ni de técnicas implementadas.
Por ejemplo, la tala comercial de árboles sapeli (Entandrophragma cylindricum) en la República de África Central amenaza la sobrevivencia de poblaciones de orugas del género Imbrasia oyemensis. De igual forma, en Nigeria se ha documentado que la disponibilidad de las 10 especies de insectos más consumidas se ha visto afectada por la deforestación, contaminación de agua y quemas periódicas. En México, 14 especies de insectos comestibles se consideran amenzadas por la sobrexplotación y degradación ecosistémica. Algo similar sucede con la hormiga culona (Atta laevigata) en Colombia, aunque falta estudios al respecto.
Esta sobrexplotación se da como consecuencia de una alta demanda y un consecuente incremento de la población humana, pero también puede deberse a malas prácticas de recolección. Por ejemplo, cuando los recolectores no respetan las vedas de cosecha de hormigas tejedoras (Oecophylla smaragdina) en Indonesia, se ha evidenciado una disminución del recurso.
La degradación ecosistémica puede deberse a la modificación ambiental, la contaminación o el uso de pesticidas. Este fue el caso de lo que sucedió en Francia en los años 80 donde la recolección de efímeras (Ephoron virgo), usadas para la alimentación de aves de corral, se vio afectada por el manejo de los bancos de los ríos que degradó el hábitat natural de la especie.
Fuente: van Huis, Arnold, 2013. Potential of Insects as Food and Feed in Assuring Food Security. Annual Review of Entomology 58: 363-383.