Estado de la Zoocría en Colombia
Antecedentes
La valoración económica de la fauna silvestre se ha constituido en un mecanismo determinante de toma de decisiones para resolver los problemas de pérdida y extinción de ciertas especies y como posible respuesta institucional frente al tráfico ilegal y uso insostenible (Baptiste et al 2002). En este orden de ideas, la generación de valor económico de un recurso natural –en este caso fauna silvestre-, a la vez que beneficia en términos tangibles a la población que lo usufructúa, puede ayudar a su conservación (Herrera, 1999).
Precisamente, esa generación de valor económico resulta evidente al revisar los datos actualizados de algunas especies de fauna silvestre explotadas comercialmente en Colombia. Se estima, por ejemplo, que sólo la zoocría de babilla genera anualmente alrededor de US $ 25 millones (Biocomercio Sostenible, 2002; Mancera y Reyes, 2008). De hecho, el comercio de fauna silvestre a nivel mundial ocupa el tercer lugar en importancia económica, después del tráfico de estupefacientes y de armas.
En Colombia la principal demanda de fauna silvestre se da por parte de los mercados mundiales, expresada en subproductos (p.e.: pieles, venenos), mascotas (p.e.: mariposas, lagartos, serpientes, coleópteros, peces y aves ornamentales), especies para investigación biomédica y farmacéutica (p.e.: primates y serpientes), entre otros. A escala regional las tradiciones culturales de muchas comunidades mantienen una demanda de consumo y uso de vital importancia para su identidad cultural y su propia subsistencia (Ramírez-Perilla, 2001b; Nassar-Montoya, 2001; Baptiste et al 2002; Torres et al 2004; Trespalacios-González et al., 2004). La tendencia de crecimiento de la zoocría le ha permitido al sector posicionarse como una industria captadora de divisas en un renglón no tradicional de las exportaciones del país.
Si bien es evidente el desarrollo y el progreso alcanzado en algunas unidades productivas, es oportuna también una discusión sobre la promoción que en los últimos años las Corporaciones Autónomas Regionales (CARs) han hecho sobre la zoocría en ciclo cerrado, desconociendo quizás sus altos requerimientos técnicos y financieros, el contexto socioeconómico y cultural de las comunidades, la baja productividad inicial, el largo plazo requerido para el retorno de la inversión y los requerimientos de los mercados nacionales e internacionales (Baptiste et al., 2002).
Resulta particular además, que si bien es una constante el gran esfuerzo que realizan las CARs a nivel regional en materia de educación ambiental, de control al tráfico y a la tenencia de fauna y flora silvestre y de disposición final de los especímenes decomisados; el mismo nivel de esfuerzo debería estar enfocado en el monitoreo a zoocriaderos y unidades de aprovechamiento, sustentado esto, entre muchos aspectos, en la posible extracción de especímenes del medio que pueden llegar a efectuar los productores (fenómeno que de comprobarse se constituiría en un tráfico ilegal paralelo al aprovechamiento autorizado). Por lo anterior, es evidente la necesidad de que las CARs efectúen un monitoreo periódico y eficaz que permita determinar la sostenibilidad de las unidades de aprovechamiento.
Aunque es cierto que unas cuantas CARs han venido realizando un monitoreo periódico sobre la explotación en ciclo cerrado de algunas especies mencionadas en este documento, este monitoreo no se ha realizado bajo una metodología previamente concertada por el sector zoocriaderista, científico y administrativo. Además, la información proveniente de este monitoreo no ha sido analizada bajo un contexto de sostenibilidad y tampoco ha sido sistematizada de tal forma que se facilite su acceso a los diferentes actores involucrados.
Es entonces perentorio identificar aquellas especies que sean promisorias para la cría en cautiverio, que no supongan grandes inversiones de capital, que sean sostenibles social, cultural y biológicamente, de forma tal que explotadas bajo sistemas de aprovechamiento sostenibles mantengan su potencial para satisfacer necesidades presentes y futuras de la población humana y garanticen su conservación. En este punto es importante precisar que la utilización sostenible de los componentes de la diversidad biológica es uno de los tres objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica y a ella se refiere el Artículo 10 de la misma, por el que se requiere que las partes adopten medidas relativas a la utilización de los recursos biológicos para evitar o reducir al mínimo los efectos adversos para la diversidad biológica (Systematics Agenda 2000, 1994; Brinckerhoff, 1999; Baptiste et al., 2002, Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2004).
Es claro que, la sostenibilidad de los sistemas de aprovechamiento de fauna silvestre no es un logro fácil de alcanzar en términos técnicos, ambientales y económicos. Más aún cuando existen dificultades de carácter financiero, administrativo y legal. Sin embargo, mediante la participación y concertación de todos los actores (productores, autoridades ambientales, grupos de investigación, comercializadores y usuarios), se puede llegar a la aproximación de un sistema sostenible.
Marco Jurídico
El marco jurídico que ampara y reglamenta el uso y aprovechamiento de fauna silvestre en Colombia ha cambiado de acuerdo al desarrollo, evolución y necesidades propias del sector. La actividad de zoocría en el país es reciente, con poco más de treinta años de desarrollo desde la expedición del Decreto 1608 de 1.978. Precisamente, en el artículo 142 del decreto en comento, se definió una licencia para la etapa experimental y una para la fase comercial, para el establecimiento de zoocriaderos. Posteriormente, mediante el Decreto 1180 de 2.002, se determinó que para el establecimiento de zoocriaderos con fines comerciales se hace necesario obtener, de la CAR correspondiente, una licencia ambiental (Negrete, 2003).
Por otra parte, mediante el Acuerdo 039 del 9 de julio de 1.985 del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INDERENA) se definieron los vertebrados que podían ser objeto de zoocría con fines comerciales. En este acuerdo se estipuló que aquel zoocriadero que incluya una o más especies en vía de extinción, podrá iniciar su aprovechamiento únicamente a partir de la segunda generación, para de esta forma asegurar la conservación de las especies. Posteriormente, la Resolución 0017 de 14 de enero de 1.987 fijó el número máximo de ejemplares susceptibles a conformar la población parental proveniente del medio natural para cada zoocriadero (Negrete, 2003).
La Ley 611 de 2.000 estipuló que el aprovechamiento se puede realizar a través de cosecha directa del medio natural o mediante el establecimiento de zoocriaderos de ciclo abierto, cerrado o mixto. De igual forma, determinó la obligatoriedad de la licencia ambiental para la caza de fomento, la construcción del zoocriadero, la fase experimental y la comercial, así como la asignación de cupos de aprovechamiento. A su vez, la Resolución 1317 del 18 de diciembre de 2.000 estableció que la fase comercial del zoocriadero depende de que se obtengan resultados positivos durante la fase experimental.
El Decreto 1180 de 2.003 establece la obligatoriedad de obtener una licencia ambiental para realizar caza con fines comerciales. Esta licencia debe ser otorgada por la CAR correspondiente, pero en ningún caso podrá realizarse con aquellas especies sobre las que exista veda o prohibición. Este decreto también determina que las licencias para introducción de parentales estarán a cargo del MAVDT, mientras que las licencias para el establecimiento de zoocriaderos con fines comerciales quedan en cabeza de las CARs (Negrete, 2003).
Adicional a esta legislación, Colombia al vincularse, por medio de la Ley 17 de 1.981, a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES), se comprometió a ejercer un control sobre el comercio de fauna y flor silvestre amenazadas de extinción así como de sus derivados.
Programas de cría en cautiverio
En Colombia la explotación de la fauna silvestre con fines comerciales ha tenido, desde el siglo XIX, un fuerte impacto sobre las poblaciones naturales, particularmente sobre aquellas con una fuerte demanda en los mercados mundiales (Gómez, 1998). La principal finalidad de la zoocría en el país fue la de crear nuevas alternativas para el manejo de la fauna silvestre y aunar esfuerzos en pro de las poblaciones marginales bajo un criterio de sostenibilidad (Rodríguez, 2000a).
La zoocría puede implementarse en ciclo abierto o ciclo cerrado. El ciclo abierto se basa en el aprovechamiento de huevos, neonatos y juveniles de especies silvestres de su medio natural para posteriormente ser incubados, criados y/o levantados en un zoocriadero hasta alcanzar un tamaño comercial. En contraste, la zoocría en ciclo cerrado supone un plantel reproductor manejado en un zoocriadero con el fin de obtener crías para ser criados y levantadas hasta alcanzar un tamaño comercial. Algunos sectores han promovido y sugerido un giro del zoocriadero en ciclo cerrado hacia el ciclo abierto aduciendo criterios de sostenibilidad.
En efecto, se han propuesto otras formas de manejo, diferentes a las de la zoocría de ciclo cerrado, en las que, por experiencias previas en otros países (Larriera et al., 1996; David et al., 1996; Aparicio y Ríos, 2006; US Department of the Interior Fish and Wildlife Service, 2008), se podrían alcanzar mayores niveles de sostenibilidad y conservación; como el ciclo abierto, en el que los ecosistemas se encuentran integrados a los recursos y el ciclo mixto, en el que se permiten integrar comunidades, definiendo mecanismos de conservación y rentabilidad de producción. En resumen, sistemas de aprovechamiento que generen un aporte real a los esfuerzos de conservación en vida libre de aquellas especies explotadas en cautiverio (Rodríguez, 2000a; Baptiste et al., 2002).
Por otra parte, en el país existe experiencia con varios tipos de zoocría, de tipo comercial y comunitaria. En este punto es importante anotar que las iniciativas de zoocría comunitaria en Colombia arrojan un balance desalentador, ya que hasta el momento no se tiene referencia de ningún zoocriadero comunitario que haya alcanzado rentabilidad económica y generado una alternativa real como fuente de proteína. Aún más, hasta el momento no se ha estimado el aporte real que estos sistemas han hecho a la conservación y al uso sostenible de las especies (Rodríguez, 2000a). En cuanto a la zoocría comercial, si bien resulta una actividad aparentemente productiva para los zoocriaderistas, como se mencionó anteriormente, existen serias dudas sobre la sostenibilidad, particularmente del sistema de ciclo cerrado.
Actualmente la zoocría se ha enfocado principalmente en programas de producción de babillas y caimanes (Caiman crocodilus crocodilus, C.c.fuscus, Crocodilus acutus) y a menor escala en iguana (Iguana iguana), lobo pollero (Tupinambis teguixin), boa (Boa constrictor ssp.), chigüiro (Hydrochaeris hydrochaeris) y otras especies como borugo (Agouti paca), escarabajos (Dynastes hercules), mariposas, ranas, peces tropicales y serpientes venenosas (Rodríguez, 2000a; Mancera y Reyes, 2005; Mancera y Reyes, 2008 ).
Literatura citada
Aparicio, J. y Ríos, J. 2006. Experiencias de manejo en el proceso de aprovechamiento sostenible del lagarto (Caiman yacare) en Bolivia (1995-2004). Revista Electrónica Manejo de Fauna Silvestre en Latinoamérica. 1(7):1-11.
Baptiste, L., Hernández, S., Polanco, R. y Quiceno, M. 2002. La fauna silvestre colombiana: una historia económica y social de un proceso de marginalización. En: Ulloa, A. (Ed.). Rostros culturales de la fauna colombiana, las relaciones entre los humanos y los animales en el contexto colombiano. Instituto Colombiano de Antropología e Historia – Fundación Natura. Bogotá, Colombia.
Biocomercio Sostenible. 2002. Información básica sobre el mercado mundial de peces ornamentales. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá, Colombia. 13 pp.
Brinckerhoff, J. 1999. La cría de mariposas: una industria agrícola maravillosa en papel. pp. 521-527. XI Congreso Nacional Agronómico.
David, D., Brunell, A., Carbonneau, H., Hord, L., Wiley, N. and Woodward, A. 1996. Florida´s alligator management program. An Update – 1987 – 1995. pp. 410-428. En: Proceedings of the 13th Working Meeting of the Crocodile Specialist Group of the Species Survival Commission of IUCN – The World Conservation Union. Santa Fe, Argentina. 514p.
Gómez, M. 1998. Estadísticas del Uso Ilegal de Fauna Silvestre en Colombia. Ministerio del Medio Ambiente. Dirección General de Ecosistemas. Grupo de Biodiversidad. Bogotá, Colombia. 13P.
Herrera, E. 1999. Comportamiento, conservación y manejo de fauna silvestre: el caso del capibara en Venezuela. Etologia 7:41-46.
Larriera, A., Imhof, A. and von Finck, C. 1996. The experimental ranching program of broad-snouted caiman in Santa Fe, Argentina. pp. 1-6 En: Crocodiles. Proceedings of the 13th Working Meeting of the Crocodile Specialist Group, IUCN-The World Conservation Union, Gland, Suiza. 516p.
Mancera, N. y Reyes, O. 2005. Comercio de bienes derivados de la fauna silvestre en Colombia. pp. 56-72. En: Varela, N., Brieva, C., Umaña, J. y Torres, J. (Eds). 2005. I Congreso Internacional de Medicina y Aprovechamiento de Fauna Silvestre Neotropical (Libro de resúmenes). Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. Bogotá, p. 269.
Mancera, N. y Reyes, O. 2008. Comercio de fauna silvestre en Colombia. Rev. Fac. Nal. Agr. Medellín 61(2): 4618-4745.
Nassar-Montoya, F. 2001. Actitud y pensamiento sobre la fauna silvestre en Colombia. pp. 27-44. En: Nassar-Montoya, F. y Crane, R. (Eds.). Actitudes hacia la fauna en Lationamérica. Humane Society International – Humane Society Press – Centro de Primatología Araguatos. Bogotá, Colombia. 289p.
Negrete, R. 2003. Marco normativo para el aprovechamiento de especies de fauna y flora silvestre en Colombia. pp. 32-42. En: Becerra, M. (Ed.). Lineamientos para el manejo sostenible de sistemas de aprovechamiento de recursos naturales in situ. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, Colombia. 186p.
Ramírez-Perilla, J. 2001b. Preferencia de caza para consumo de una familia en la vereda de El Desierto, Paz de Ariporo, Casanare, Colombia. Comunicación libre. Zoodivulgacion 3(1): 43-48.
Rodríguez, M. (Ed.). 2000a. Zoocría en Colombia. Evolución y Perspectivas. Ministerio del Medio Ambiente. Bogotá, Colombia. 200p.
Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica. 2004. Principios y directrices de Addis Abeba para la utilización sostenible de la diversidad biológica (Directrices del CDB) Montreal: Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 21p.
Systematics Agenda 2000. 1994. Systematics Agenda 2000: Charting the Biosphere. New York: Society of Systematics Biologists, American Society of Plan Taxonomist, Willi Henning Society, Association of Systematics Collections.
Torres, R., Cristancho, E., Rincón, M., Chaves, J., Fagua, C., Guzmán, L., Ceballos, N. 2004. Propuesta técnica para la formulación de una política en acceso y aprovechamiento de los recursos genético en Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos «Alexander von Humboldt». Programa de Investigación en Política y Legislación. Proyecto Diseño de una Política de Acceso y Aprovechamiento de los Recursos Genéticos y Productos Derivados para Colombia. Bogotá, D.C. 92p.
Trespalacios-González, O., Asprilla-Bermúdez, M., Bermúdez-Díaz, López, H. y Grupo de Cazadores del Valle. 2004. Uso y manejo de fauna en el corregimiento de el valle, Bahía Solano, Chocó, Colombia. pp. 616-621. En: Bodmer, R. (ed.) Memoria VI Congreso sobre Manejo de Fauna Silvestre en la Amazonia y Latinoamérica.
US Department of the Interior Fish and Wildlife Service. 2008. Alligator River National Wildlife Refuge. Comprehensive Conservation Plan. Atlanta, Georgia. 260p.
Fuente: Rico Hernández, G. 2009. Propuesta de un sistema de criterios e indicadores de sostenibilidad a la zoocría de especies de fauna silvestre en Colombia. Contrato No. 09-09-020-0235PS. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander von Humboldt”. Bogotá, D.C., Colombia.
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