Zoocría de boa

La zoocría de boa puede ser una buena alternativa productiva si se hace bajo estrictos criterios de sostenibilidad y se tiene un buen conocimiento del mercado.

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La taxonomía de la especie Boa constrictor ha sufrido varios cambios a lo largo de los años, en la actualidad la especie está dividida en muchas subespecies, las cuales son altamente variables. Actualmente se conocen por lo menos 9 subespecies, dentro de las  cuales Boa constrictor constrictor y Boa constrictor imperator se distribuyen en el territorio colombiano. La mayoría de las subespecies se diferencian principalmente por su distribución geográfica más que por su apariencia, pero es posible observar una variación regional dada por forma, tamaño y coloración de los individuos. Para el caso de las dos subespecies presentes en Colombia, la única diferencia probable es que Boa constrictor constrictor tiene en la región caudal una coloración crema uniforme, mientras que Boa constrictor imperator tiene en la misma región una coloración rojiza, especialmente en la sección romboide. No obstante, hay autores que sugieren que esta coloración está dada por aspectos ambientales.

Boa constrictor constrictor se encuentra desde los Andes Colombianos, hasta el norte de Argentina y Paraguay, incluye además, las islas de Trinidad y Tobago. Boa constrictor imperator se distribuye desde México hasta la parte occidental de Colombia, Ecuador y Perú. En Colombia, según la mayoría de los autores,  Boa  constrictor constrictor se encuentra al este de los Andes,  sin embargo, se han reportado ejemplares de colecciones capturados al oeste de los Andes, presente en todas las regiones colombianas, en las cordilleras Oriental, Central así como en la Sierra Nevada de Santa Marta ocupando las tres vertientes (Caribe, Pacifico y Oriental). Boa constrictor imperator, se encuentra al oeste de los Andes en la región Andina, los llanos del Caribe (incluyendo las Islas de San Andrés y Providencia y las llanuras del Pacifico (incluyendo las Islas de Gorgona y Gorgonilla). En la región Andina se encuentra en las cordilleras Central y Occidental.

Boa constrictor es una serpiente tropical no-venenosa de gran tamaño. La cabeza es triangular (vista dorsal) y se distingue por su cuello angosto. El hocico se observa truncado si se ve dorsalmente. Los ojos son pequeños y las pupilas están dispuestas verticalmente de manera elíptica.  Su longitud puede variar de 50 cm (recién nacidos) a 4 m (adultos), con una longitud promedio de 2,5 m. Boa constrictor presenta diferencias entre machos y hembras: las hembras son usualmente más grandes que los machos. Sin embargo, las colas de los machos son proporcionalmente más largas que las de las hembras debido al espacio ocupado por sus órganos sexuales. Como en muchos otras boas, Boa constrictor presenta espolones pélvicos (remanentes de miembros posteriores) a cada lado de la cloaca –usualmente más largos en machos que en hembras-, usados por el macho durante la cópula.

Boa constrictor constrictor se caracteriza por presentar de 21 a 25 dientes superiores y de 20 a 25 dientes inferiores. Presenta entre 75 a 95 hileras de escamas dorsales en mitad del cuerpo, 227 a 250 escamas ventrales y de 49 a 60 subcaudales (enteras) y la anal entera. El dorso es de color pardo rosáceo claro, con manchas pardo oscuras a lo largo del cuerpo (15 a 20) y de la cola (3 a 5) que contienen espacios claros elipsoidales. En los laterales presentan manchas pardo oscuro redondeadas con el centro claro. En la cola las manchas dorsales son de color rojizo coloreado de negro, separadas de amarillo o blanco. En la cabeza existe una banda oscura desde el hocico hasta la nuca y una banda a cada lado atravesando los ojos. Boa constrictor imperator presenta entre61 a 79 hileras de escamas en la mitad del cuerpo y de225 a 252 ventrales. La línea negra mediana de la cabeza presenta unos procesos laterales entre los ojos.

Boa constrictor ocupa una variedad de hábitats, mostrando poca inclinación a hábitats acuáticos. Su hábitat principal son los claros y bordes de la selva tropical, sin embargo, puede hallarse en el interior de bosques, zonas de pastoreo, bosque tropical seco y zonas semidesérticas. La especie es también común cerca a asentamientos humanos y usualmente puede encontrarse en fincas y zonas agrícolas. Se trata de una especie semi-arbórea, particularmente los individuos juveniles. Se desplazan con facilidad en el suelo, llegando a ocupar madrigueras de mamíferos medianos.  En Colombia la especie ocupa los pisos térmicos cálido, templado y frío. Para la especie se conocen registros en Colombia de distribución altitudinal desde los 0 a los 1.524 m.s.n.m.

Boa constrictor se alimenta de aves, reptiles y mamíferos pequeños o medianos que caza durante la noche al detectarlos por diferencias en temperatura. Esta especie puede atrapar murciélagos colgándose de ramas y embistiéndolos durante el vuelo. Debido a que es una especie no venenosa, atrapa a sus presas rodeándolas con su cuerpo matándolas por asfixia debido a la constricción que ejerce sobre éstas. Este mecanismo es especialmente efectivo al capturar mamíferos o aves cuyo metabolismo sugiera una alta demanda y frecuencia de oxigeno. En cautiverio puede ser alimentada con ratas, ratones y pollos.

La boa es un animal ovovivíparo –los embriones se desarrollan en el interior de las madres- que se reproduce estacionalmente, produciendo de 10 a20 crías por camada-. El periodo de gestación oscila entre 5 y 8 meses, de acuerdo a la oferta de recursos. Las crías son independientes una vez nacen. Los neonatos no experimentan ninguna metamorfosis.  La madurez sexual la alcanzan en promedio a los 2,5 años. Los machos, e incluso en algunas ocasiones las hembras, son polígamos. La época de reproducción ocurre durante la temporada seca, pero usualmente la mitad de la población de hembras es reproductiva cada año. Las hembras se reproducen si cuentan con una buena condición corporal.  

Su función principal dentro del ecosistema es la de regular las poblaciones naturales de las especies que hacen parte de su dieta. Boa constrictor es predadora de aves y pequeños mamíferos, incluidos murciélagos. Son importantes predadores de roedores y zarigüeyas, los cuales pueden considerarse especies plagas en algunas áreas y constituirse en vectores de enfermedades infecciosas. Bajo este contexto, la presión que pueden ejercer sobre algunas poblaciones naturales, decrece el potencial de transmisión de enfermedades infecciosas a las poblaciones humanas. La especie genera poco impacto sobre la actividad humana. Raramente ataca al hombre, a no ser que se sienta amenazada por éste.  Aunque existen pocas referencias de predación de Boa constrictor en vida libre, la especie puede ser presa de algunos reptiles, aves y mamíferos; siendo más vulnerables los recién nacidos y juveniles.

La sobrexplotación para el mercado de mascotas y la persecución directa por razones culturales han ejercido un impacto sobre las poblaciones naturales han ejercido un impacto sobre las poblaciones naturales de boas. La especie ha sido cosechada por su piel, carne y partes de su cuerpo. La pérdida y fragmentación de su hábitat han incidido negativamente en sus poblaciones naturales. A nivel nacional se considera una especie amenazada debido a su caza por considerarla una especie venenosa.

Boa constrictor constrictor y Boa constrictor imperator están incluidas en el Apéndice II de CITES, al igual que todas las especies de boas -exceptuando Boa constrictor occidentalis que se distribuye en Argentina y es la única subespecie que se encuentra en extinción por lo que se incluye en el Apéndice I de CITES- . La especie es popular en el mercado de mascotas, particularmente en Estados Unidos de América, donde es fácil adquirir individuos provenientes de generaciones criadas en cautiverio. En la actualidad existen miles de ejemplares en el mercado internacionales, los cuales son sustentados con los registros de producción de la cría en cautiverio, garantizando un mercado continuo y legítimo de la especie. La especie y sus subproductos es comercializada en mercados locales de América. El comercio de las pieles reviste una importancia económica en Colombia, según datos del 2008 existían aproximadamente 7 zoocriaderos de Boa constrictor en Colombia, 4 curtiembres que procesan sus pieles, 3 manufactureras y alrededor de 10 comercializadoras de piel de boa. El cupo de aprovechamiento proyectado en Colombia para el año 2.008 es de 18.798 individuos.

Fuente:  Rico Hernández, G. 2009. Propuesta de un sistema de criterios e indicadores de sostenibilidad a la zoocría de especies de fauna silvestre en Colombia. Contrato No. 09-09-020-0235PS. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander von Humboldt”. Bogotá, D.C., Colombia.

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