Biodiversidad
¿Qué es la biodiversidad? La biodiversidad es un resultado del proceso evolutivo que se manifiesta en la existencia de diferentes modos de ser para la vida. Mutación y selección determinan las características y la cantidad de diversidad que existen en un lugar y momento dados. Diferencias a nivel genético, diferencias en las respuestas morfológicas, fisiológicas y etológicas de los fenotipos, diferencias en las formas de desarrollo, en la demografía, y en las historias de vida. La biodiversidad abarca toda la escala de organización de los seres vivos. No obstante, cuando nos referimos a la biodiversidad en un contexto conservacionista, estamos hablando de diversidad de especies, de variación intraespecífica e intrapoblacional, y en última instancia de variación genética.
¿Por qué el interés creciente en la biodiversidad? Por una parte la riqueza en plantas y animales tiene un valor incalculable: es el patrimonio natural. Patrimonio que es el resultado de la evolución, por lo tanto de un proceso histórico, que ha ocurrido en el tiempo, irrepetible en las mismas condiciones. Pero además la pérdida de diversidad por simplificación de los ecosistemas y en los últimos años por introducción de subproductos tóxicos, es el más importante e irreversible efecto directo o indirecto de las actividades humanas. Los ecosistemas modificados por el hombre no forzosamente pierden productividad en biomasa, pero prácticamente en todas las ocasiones pierden diversidad. La pérdida de la biodiversidad supone además la pérdida de la prestación de servicios ecosistémicos que presta, gratuitamente, esa biodiversidad; es además, la pérdida de las posibilidades de garantizar seguridad alimentaria y de poder desarrollar nuevos compuestos de origen biológico para el bienestar de la humanidad.
En las últimas décadas la biodiversidad se ha convertido en el paradigma de los que tenemos y estamos perdiendo, el símbolo del mundo en que nuestra cultura y concepción del universo ha evolucionado, mundo que está a punto de cambiar de manera irreversible. Quizás este significado profundo sea la mejor explicación del interés general y súbito que la biodiversidad despierta en las sociedades modernas.
El ser humano, en todas las épocas, ha tenido necesidad de cambio y, al mismo tiempo, miedo al cambio. Esta contradicción es manifiesta en la civilización industrial que preconizó la utilización despiadada del medio natural, y que ahora muestra una inquietud creciente ante la pérdida de la diversidad biológica. Dentro de un contexto agropecuario, y en aras de ser más explícitos, podemos afirmar que lo anterior es una contradicción similar a lo que ha ocurrido históricamente y a nivel mundial con la ganadería: primero se quitaron los árboles de las zonas de pastoreo, hoy en día, cuando vemos tanto la biodiversidad como los subsecuentes servicios ecosistémicos en riesgo, queremos devolverle los árboles a esas mismas zonas de pastoreo. Pareciera que los palazos de ciego hayan sido una constante dentro del desarrollo de la humanidad.
Es difícil imaginar un desarrollo social como el actual sin afectar el medio natural, y de éste el elemento más frágil es la biodiversidad. Sin embargo, aún podemos ser dueños de nuestro propio destino, regulando nuestra actividad y crecimiento, promoviendo producciones sostenibles, conservando los hábitats y poblaciones naturales en nuestras fincas, adquiriendo productos ambientalmente amigables, de forma tal que no se deteriore el legado más importante de la evolución biológica: la biodiversidad.
Fuente: Halffter y Ezcurra, 1992. La diversidad biológica de Iberoamérica. México. 389p.
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