La economía campesina
Al discutir sobre la estructura social de la economía campesina es preciso relacionar tres conceptos: la economía, la estructura social y el campesinado. La economía representa la interacción humana en la producción, en la distribución y en el consumo de bienes materiales y servicios. La estructura social por su parte resalta los aspectos relacionales y relativos de la interacción humana, es decir relaciona la economía con un sistema social global y le adjudica una dimensión histórica general. Finalmente, el campesinado implica una entidad social con cuatro facetas esenciales e interrelacionadas: la explotación agrícola familiar como unidad básica multifuncional de organización social, la labranza de la tierra y la cría de ganado como el principal medio de vida, una cultura tradicional especifica ligada a la forma de vida de pequeñas comunidades rurales y la subordinación a la dirección de poderosos agentes externos. El campesinado se puede entender tipológicamente como una entidad histórica dentro del marco más amplio de la sociedad aunque con estructura, consistencia y momentos propios.
Las disciplinas que se ocupan de la economía campesina son economía, sociología, historia y antropología. Los campesinos han sido definidos por algunos economistas como eficientes pero pobres. La antropología supone que los procesos de producción y distribución no se gobiernan necesariamente por intereses económicos y tienen que ver con determinantes no económicos. La sociología rural ha analizado la agricultura desde un punto de vista capitalista (eficiencia y rentabilidad) en la que la figura tradicional del campesino no se considera. Por lo anterior es que los límites disciplinarios crean importantes problemas de comunicación. Las economías campesinas contemporáneas están fuera del foco principal de los paradigmas reconocidos de cuestiones y pensamiento. Entonces parece ausente un marco teórico que permita trascender los limites disciplinarios del presente y centrado en la economía campesina, estructura, la dinámica y el cambio, su amplio marco social, tratado como una unidad. Nada de esto existe, pero quizás una corriente subterránea sea posible vislumbrarla.
La explotación familiar campesina conforma la unidad primaria y básica de la sociedad campesina y la economía. Ésta opera como una sociedad autónoma compuesta por explotaciones familiares y provee servicios tanto económicos como sociales que las granjas familiares pueden satisfacer. Existen relaciones entre distintas aldeas en las que vuelve a aparecer una interacción económica y social más amplia. A su vez, es posible unir en una red de dominación la hegemonía política y cultural con la explotación por parte de los terratenientes, el Estado y la ciudad.
La explotación campesina forma una unidad de producción-consumo que encuentra su principal sustento en la agricultura y es mantenida por el trabajo familiar. La explotación familiar campesina se constituye por su parte en el núcleo básico de la identificación social, la lealtad personal y la cooperación económica. La división del trabajo en la explotación campesina está estrechamente relacionada con la estructura familiar y se ajusta a las líneas del sexo y de la edad. Cabe recordar que la agricultura se define como la actividad proveedora de alimentos y materias primas de origen animal o vegetal. No obstante, el cultivo es quizás lo esencial de la economía campesina. La agricultura supone la intervención utilitaria contra la naturaleza sin someterla plenamente a las necesidades humanas y sin posibilidades de predecir el resultado.
El salario por el trabajo del campesino es limitado, en tanto el uso del trabajo familiar dentro de la granja es muy extenso. El crédito es costoso y difícil de obtener. Un numero de poderosos mecanismos niveladores estabilizan la estructura social limitando la formación de capital, lo que supone una extensión de la economía típicamente campesina. Esto implica además elecciones económicas típicas de los pequeños productores de crédito limitado, y significa que un crecimiento rápido de la población produzca círculos viciosos de atrasos acumulados y de pobreza, con un incremento rápido de la población rural enfrentada a recursos constantes.
En las sociedades campesinas se realizan abundantes trabajos no asalariados, para los que el trabajo de una sola familia no es suficiente, mediante la ayuda de un grupo amplio (vecinos). Diversas formas de cooperación vecinal son implementadas para diferentes actividades. Por lo anterior es que la pertenencia a la comunidad y el derecho al uso de la tierra han sido tradicionalmente comprendidos como una misma cosa. El intercambio de bienes y servicios se relaciona con la división social del trabajo que trasciende la cooperación interna de la unidad familiar de producción-consumo.
El término mercado puede referirse a dos cosas totalmente distintas: puede tratarse del lugar donde se intercambian mercancías mediante transacciones o de un sistema institucionalizado de organización de la economía mediante intercambio libre de provisión, demanda y precios de mercancías. Las plazas de mercado se relacionan entonces con condiciones en que una gran parte de las mercancías nunca llegan al mercado, pues no son consumidas dentro de las unidades familiares. Por tal razón, los mercados forman un componente típico del sistema campesino de organización económica. Es de anotar que las plazas de mercado también cumplen una función no económica como centros de contacto, vida social, etc. Como los mercados regionales y nacionales están relacionados en un sistema doble o triple, mediante el cual los mercados centrales reciben productos rurales de los locales a la vez que les proveen mercancías industriales, el mercado campesino se hace participe del sistema de economía de mercado. Las relaciones de mercado proveen el principal sistema de organización económica de las sociedades industriales capitalistas. Las principales características de las relaciones de mercado son antagónicas con la forma de vida típica de la sociedad campesina.
En la economía campesina el uso del dinero está restringido como resultado del consumo directo y de los recursos limitados. Precisamente esta escasez de recursos creo la necesidad de crédito, que a su vez es limitado y costoso. Por tal razón el control de la tierra puede pasar de mano de los campesinos a la de los prestamistas. De ahí que la economía política campesina enlace las relaciones sociales y de dominación con la tenencia de la tierra. En términos generales, gran parte de la producción campesina es absorbida por el arriendo y diversos tipos de acuerdo para compartir la cosecha. Los campesinos se han constituido así en la mayoría productiva y explotada en la historia de la humanidad, caracterizada por un sometimiento político y económico. Aun así, las economías campesinas se caracterizan por una persistencia estructural bajo distintos impactos externos. La heterogeneidad de las sociedades campesinas refleja una importante discontinuidad cualitativa que surge del impacto dominate de economías en expansión estructuralmente distintas sobre economías campesinas. En la práctica la diferenciación socioeconómica y la posición dentro de las comunidades rurales en las granjas familiares más ricas y pobres provoca considerables diferencias existenciales y una jerarquización de la vida campesina. Los problemas del crecimiento natural de la población se resuelven mediante la emigración y la intensificación de la producción a través de las inversiones. Este incremento población afecta la artesanía y el comercio tradicional, resultando en una agriculturación forzada de las poblaciones rurales.
En conjunto con el rápido crecimiento poblacional, las crisis ecológicas, la comunicación de masas, la crisis de la autoridad tradicional son factores que ejercen una creciente influencia destructiva de la organización social y económica típicamente campesina. Aún más, la economía campesina esta vinculada a la nacional en el sentido en que el desarrollo de la primera implica la industrialización y urbanización, y paradójicamente contribuye a la destrucción del campesinado. En este sentido el cambio económico de las sociedades campesinas se explica por las políticas y la sociología política de las sociedades. Las políticas destinadas al campesinado configuran un importante componente de acción política y legislativa. En general, el campesinado es el sector más atrasado de las sociedades modernas, y puede llegar a considerarse incluso como un obstáculo para el progreso.
La reforma agraria es una medida política que implica la expropiación, que se traduce por lo general en una guerra rural de clases sociales. El propósito básico es el mejoramiento de la eficiencia de la asignación de la tierra en términos de la productividad y empleo de la mano de obra optimizando el tamaño del terreno. Esta expropiación se puede complementar con la colonización de tierras vírgenes, pero supone un severo impacto ambiental y una baja productividad a largo plazo. Es claro que la reforma agraria se relaciona con la política económica y el escenario social. Y quienes formulan y pretenden implementar estas medidas se ven involucrados en enfrentamientos con grupos económicos, modelos de desarrollo, etc. Es preciso tener siempre presente que todo lo que determina la mitad de la humanidad influye sobre la otra mitad.
Fuente: Shanin. Naturaleza y lógica de la economía campesina