Rabia
La rabia es una enfermedad zoonótica viral producida por el virus del género Lyssavirus, distribuida en todos los continentes con excepción de Oceanía. Los animales hospederos que mantienen el virus rábico en la naturaleza son los carnívoros y los quirópteros. La enfermedad se transmite por la mordedura de animales infectados.
Se distinguen dos ciclos de rabia: urbano y selvático. El ciclo de rabia urbano es el que se presenta en ciudades como consecuencia de alta densidad y baja cobertura vacunal en poblaciones caninas y felinas. Por el contrario, el ciclo de rabia selvático es el que se puede presentar eventualmente a nivel de fincas, en donde los hospederos pueden ser perros, gatos, felinos silvestres, comadrejas, zorros, mapaches, primates y murciélagos hematófagos. La presentación de brotes de rabia en fincas se da mayormente como consecuencia de la mordedura de murciélagos hematófagos a bovinos, equinos, ovinos y otros animales domésticos.
Partiendo de la base que la rabia mantiene su ciclo natural en el ecosistema, la mejor medida para su prevención es la vacunación. Así las cosas, se recomienda vacunar anualmente a todos los mamíferos que tengamos en nuestras fincas. Los perros de finca, que con alguna recurrencia deambulan por los alrededores, deben estar vacunados contra la rabia, ya que quizás son los animales más expuestos a llegar a contagiarse. No nos limitemos simplemente a vacunar contra fiebre aftosa, brucelosis o carbón, la rabia es una enfermedad que puede generarnos grandes pérdidas económicas y poner en riesgo la población humana.
Adicional a la vacunación, y de acuerdo a la incidencia de rabia que se presente en una región determinada, es posible implementar un sistema de control de murciélagos hematófagos asesorados por expertos en Manejo de Fauna Silvestre.
Otra forma de prevenir la presentación de la enfermedad es evitar el contacto con animales silvestres que eventualmente pueden estar infectados del virus y llegar a transmitirlo. Recordemos que no debemos cazar ni mantener fauna silvestre en cautiverio, ya que además de ser ilegal, incrementa las posibilidades de contagio con el virus.