Control de roedores
Sin importar la vocación de nuestra finca, seguramente alguna vez nos hemos visto amenazados por la presencia de roedores que merodean, en especial aquellos sitios donde guardamos alimento. Los roedores se pueden alimentar de cualquier tipo de comida que tengamos en nuestras fincas. Más preocupante que encontrar alimentos roídos por estos pequeños mamíferos, lo es la cantidad de enfermedades zoonóticas que estos pueden transmitir a nosotros y a nuestros animales.
Dentro de las enfermedades que transmiten los roedores, quizás la leptospirosis es la que tiene la mayor importancia teniendo en cuenta que puede afectar la reproducción de nuestros animales y que nos puede afectar a nosotros mismos, ya que es una enfermedad zoonótica. La leptospirosis se transmite a través de la orina de los roedores infectados, de tal forma que si un ratón logra ingresar a la bodega donde almacenamos el concentrado de nuestros caballos, es muy probable que a parte de alimentarse desaforadamente del concentrado, seguramente sus deyecciones quedaron impregnadas en gran parte del alimento y eventualmente podríamos estar sufriendo de un brote de leptospirosis en nuestro plantel.
Teniendo en cuenta el impacto negativo que los roedores pueden generar, es importante que el control de roedores que se implante sea integral. Esto es, mantener el alimento en sitios definidos, aislados, casi que herméticamente cerrados. Es de anotar en este punto, que los roedores son bastante hábiles para ingresar a sitios que nosotros suponemos están fuera de su alcance. Es por esto que reiteramos, que no basta con estibar las lonas de concentrado. Sugerimos precisamente que el concentrado sea guardado en canecas plásticas con tapa. En este punto hay que ser radicales, es mejor prevenir que curar.
Otra parte importante del control de roedores es el uso de rodenticidas. En el mercado se consiguen varias presentaciones de rodenticidas, pero básicamente se trata de productos químicos que al ingerirse generan hemorragias internas en los animales y su consecuente muerte. Los cebos deben ser dispuestos en las zonas de mayor tránsito de los roedores, es decir, en rincones y pasadizos. Para evitar que niños y animales domésticos entren en contacto con el rodenticida sugerimos ubicar los cebos dentro de porciones de 40 cm de tubo de PVC el cual ha sido previamente anclado al piso. De esta forma, se evita el eventual contacto mencionado y se logran monitorear las diferentes estaciones de cebo con rodenticida dispuestas. En este punto vale la pena mencionar que la muerte del roedor no se da inmediatamente éste último ingiere el rodenticida, por lo que se debe tener especial cuidado en revisar constantemente la presencia de roedores muertos en las inmediaciones, para de esta forma evitar que los cadáveres sean ingeridos por nuestros animales domésticos. Es preciso considerar que si tenemos gatos en nuestra finca debemos estar revisando las presas que naturalmente este cace para de así evitar su afectación por el uso de rodenticidas. Una vez iniciado el control, e incluso después de haber tenido éxito en el mismo, es importante que periódicamente estemos revisando la presencia de roedores en las instalaciones de nuestras fincas.
Por último, y teniendo en cuenta el riesgo epidemiológico que representa, sugerimos vacunar anualmente contra leptospirosis todos los animales mamíferos que tengamos en nuestras fincas. En el mercado existen varias casas farmacéuticas que ofrecen la vacuna que incluye varias cepas de leptospirosis. Con esta acción evitamos la presencia de problemas reproductivos asociados a la leptospirosis y garantizamos de igual forma la salud pública en nuestras fincas.
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