Hermoso cañaguate florecido
El entorno y los elementos paisajísticos en nuestras fincas y campos rurales han sido motivo de inspiración para juglares, poetas y cantores desde tiempos inmemoriables. Prueba de ello es esta magnífica y popular composición del famoso cantante villanuevero Jorge Celedón en la que, cantándole al desamor, trae a colación la hermosura del follaje caducifolio del cañaguate o chicalá (Tebabuia chrysantha):
«Hermoso cañaguate florecido
si pasa dile que deje el afán
por favor embellece el camino
que pise de tus flores al andar
No quiere nada de mi
ni mi adiós quiso aceptar
tantas veces le mentí
que hoy me duele la verdad
tuvo toda la razón
para marcharse lo se
como buen guajiro yo
mi falta la pagaré
Ay hombe olvidarla es imposible
Ay hombe esto para mi es terrible
Ay hombe sin su amor yo no soy nada
Ay hombe que vacío hay en el alma
Ya comprobé que no puedo vivir sin ella
nada esta bien desde que a mi lado no está
ahora no se, si lloro, si canto mis penas
voy a perder después que tanto iba a ganar
Ay hombe olvidarla es imposible
Ay hombe esto para mi es terrible.
Si llega a hacer un alto en el camino
Dios mio no dejes que me vaya a odiar
la quiero como a nadie había querido
si vuelve se lo voy a demostrar
Donde esté se va a enterar
que no he vuelto a ser feliz
que mi vida no es igual
desde que ella no esta aquí
Cuando escuche esta canción
va a saber que hay ansiedad
tengo fe de que mi son
donde esté la va a encontrar.
Ay hombe olvidarla es imposible
Ay hombe esto para mi es terrible
Ay hombe sin su amor yo no soy nada
Ay hombe que vacío hay en el alma
Ya comprobé que no puedo vivir sin ella
nada está bien desde que a mi lado no está
ahora no se, si lloro, si canto mis penas
voy a perder después que tanto iba a ganar
Ay hombe olvidarla es imposible
Ay hombe esto para mi es terrible
Ay hombe sin su amor yo no soy nada
Ay hombe que vacío hay en el alma»
Foto tomada por Sergio Ramírez en Valledupar, Cesar, Colombia