Ganadería de leche que produce su propia electricidad
Con el objetivo de hacer más sustentable la producción de leche disminuyendo la emisión de gases con efecto invernadero y, a la vez, generando energía eléctrica, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires se unió con el INTA en la construcción de un biodigestor experimental-demostrativo en la Chacra Experimental Integrada de Chascomús.
Con la aplicación de conocimiento e ingeniería, allí se transformará la bosta del rodeo lechero en energía, capturando el gas metano para cambiar su efecto de negativo a positivo.
En la chacra de Chascomús funciona un tambo pastoril con 200 vacas en ordeñe. Según explicó Ignacio Gorriz, director de la chacra por parte del Ministerio de Asuntos Agrarios, para este proyecto el tambo pasará del sistema pastoril a un sistema semiestabulado en el que las vacas cada día estarán tres horas a la mañana y otras tres a la tarde en una pista de alimentación. De esa manera, la bosta se juntará (mediante pendiente y barrido en seco) en una fosa, para luego ser bombeada hacia un tanque de precalentamiento y posteriormente ingresada al digestor.
“La digestión se hará mediante temperatura controlada de entre 28 a 35ºC (mesofilo), haciendo necesaria una cámara de precalentamiento y un sistema de calefacción interna, alimentado por el mismo gas metano generado”, informaron desde el INTA.
El biodigestor es el denominado de alimentación continua de tipo pistón, en el que según explican los técnicos del INTA “la cantidad de efluente entrante será igual a la cantidad de material biodegradado saliente, siendo este conducido hacia una laguna de almacenamiento y maduración, para luego ser usado como biofertilizante en los cultivos”.
Gorriz explicó que una vaca produce cada día el equivalente al 8% de su peso vivo en materia fecal. Según sus cálculos, en las seis horas diarias que estará en la pista de alimentación, el rodeo lechero dejará alrededor de 240 kilos de estiércol. “Se decidió que las vacas solo estén seis horas por día en la pista porque la capacidad del biodigestor es de 120 metros cúbicos”, dijo Gorriz. El resultado final, según el veterinario, sería de unos 558 kilowatts por día de electricidad.
De acuerdo a lo proyectado desde el INTA “esta primera etapa de construcción, funcionamiento y puesta a punto se continuará por una segunda etapa de transformación de ese gas metano en energía eléctrica” y de ese modo “el uso de los biodigestores, podría contribuir a reducir los problemas de contaminación de las aguas residuales, contribuyendo a la sustentabilidad productiva a partir de la mejora de la estructura del suelo, mediante la obtención de bioabono o biofertilizante para aplicar a los cultivos.
La construcción, según indicaron desde el INTA, se lleva a cabo mediante un “Programa de Incentivos a la generación de energías distribuidas” (Proinged) que el gobierno de la provincia de Buenos Aires impulsa a través de su Ministerio de Infraestructura y que es financiado con fondos del Foro Regional Eléctrico de la Provincia de Buenos Aires (Freba).
Gorriz explicó que el proyecto está orientado a que los productores y la sociedad tengan a su alcance una demostración de esta tecnología y así avanzar hacia una implementación masiva, para dotar de sustentabilidad ambiental la intensificación de las producciones agropecuarias. “Por la escala necesaria, es más factible de implementar en tambos grandes”, añadió el técnico.
En cualquier caso, el aporte a la sustentabilidad será grande.
Fuente: El Clarin