Sostenibilidad en el Urabá es una realidad
Un proyecto para el uso sostenible de la jagua desarrollado en Chigorodó, Antioquia arroja resultados favorables. La participación de la comunidad indígena y el apoyo de diferentes organismos han sido definitivos.
El proyecto “Generación de alternativas económicas a comunidades indígenas de Chigorodó, mediante el fortalecimiento de la gobernanza, la diversificación productiva y la certificación forestal voluntaria”, operado por el Cabildo Mayor indígena de Chigorodó con el apoyo del Programa Manejo Forestal Sostenible en la Región Andina (MSF) del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA )y el financiamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia, presentó sus resultados en un evento realizado en Apartadó, Antioquia.
“Lo primero que hicimos fue un diagnóstico general para saber con qué contábamos. En total censamos 724 árboles de jagua . De ahí sacamos unos porque estaban muy pequeños y nos quedaron 509 árboles para producción entre los dos resguardos, el de Polines (305 árboles) y el de Yaberarado (204 árboles)” detalló Gabriel Bailarín Carupia, coordinador de comercialización y remisión de Ecoflora Cares, organización dedicada al biocomercio sostenible.
Después del censo realizaron la marcación de los árboles y paralelamente iban socializando el proyecto con las familias. Luego comenzó el proceso para saber cómo cultivar y aprovechar la jagua. “Sin embargo, a nosotros los emberá nos falta formación, por eso no podíamos solos, pero tenemos capacidades para aprender y vamos a poder hacerlo solos” afirmó. Así mismo, confesó que “como íbamos, estábamos acabando con los árboles de jagua, pero como ya comenzamos a sembrarlos vamos a conservarlos”.
Por otra parte, para Gicela Maldonado, coordinadora técnica del proyecto, una de las dificultades que enfrentaron “fue el lenguaje y las metodologías de enseñanza y socialización que nosotros utilizamos como el Power Point que resulta muy aburrido para los emberá. Entonces hemos aprendido a utilizar otras ayudas y a trabajar directamente en campo con ejercicio prácticos” reveló.
Gustavo Rojas, coordinador técnico y administrativo del Cabildo, recordó que hace 12 años, la situación de violencia puso en riesgo a las comunidades indígenas de Chigorodó y una de las razones era que entre campesinos e indígenas se disputaban el aprovechamiento de la madera y estaban deforestando los bosques y sufriendo una fuerte situación de violencia y amenazas.
Para la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpourabá) esto fue de gran preocupación y por ello llevó a cabo una reunión con campesinos e indígenas a la que -según Rojas- asistieron más de 100 personas, que se sensibilizaron frente al tema de la violencia, pero como no se planteó otra alternativa productiva no se frenó la deforestación. “De ahí surgió una de las grandes preocupaciones de las comunidades indígenas y entendimos que teníamos que hacer algo para contrarrestar esta situación” puntualizó.
De acuerdo con la intervención de José Manuel Díaz, funcionario de la Oficina de Negocios Verdes y Sostenibles del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la iniciativa del Cabildo de Chigorodó “encaja perfectamente dentro del Plan Nacional de Negocios Verdes, en la categoría de los No maderables, que permite el aprovechamiento de los frutos, semillas, aceites, esencias sin perjudicar la labor principal que hacen las especies arbóreas, en este caso la jagua, en el ecosistema”.
El funcionario, felicitó a Ecoflora Cares, al gobernador del Cabildo y al IICA por poner sus esfuerzos en esta iniciativa. “Para nosotros, es muy satisfactorio encontrar modelos de desarrollo económico como este, que está arrojando resultados muy positivos, tanto para la industria privada, que se beneficia obteniendo productos orgánicos, como para la comunidad que capta beneficios económicos” explicó Díaz. Así mismo enfatizó en que para el país sería ideal reproducir este modelo, resaltando que hace partícipe a una comunidad indígena y que “desde el punto de vista del desarrollo social, económico y la conservación de la biodiversidad el modelo es un éxito”.
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