Producción sostenible para garantizar el alimento de todos
La adopción de prácticas de producción sostenible por parte de propietarios de pequeñas fincas puede garantizar la seguridad alimentaria.
Los sistemas tradicionales de producción de comida han demostrado que no son sostenibles. Por esta razón, nuevas iniciativas se han desarrollado para lograr mayores cosechas, disminuir el uso de la tierra e incluso cultivar en fincas de recreo y pequeñas parcelas.
Existen tres razones por las cuales los gobiernos nacionales deben responder por la comida de su gente. Primero, entre 1980 y 2011, la población mundial que no depende económicamente de la actividad agropecuaria, creció hasta el punto de superar cinco veces el tamaño de aquella población humana que devenga su sustento del trabajo en el campo. Segundo, la tierra disponible para producir comida ha estado disminuyendo y lo va a hacer aún más gracias al cambio climático y a la expansión de las grandes urbes. Por último, a pesar de la política de subsidiar la producción agrícola y promover una producción más limpia, la agricultura y la ganadería continúan siendo la mayor fuente de emisión de gas metano que genera el efecto invernadero.
La producción de comida en fincas de recreo, e incluso en el interior de ciudades, no implica la desaparición de los sistemas tradicionales. Lo que se busca es disminuir los costos de producción y aprovechar al máximo la disponibilidad de espacio. En efecto, varios sistemas han sido implementados con relativo éxito en diferentes fincas de recreo y ciudades del mundo. Expertos en la materia aseguran que si se fomentaran estos sistemas se podría garantizar el 30 por ciento de los requerimientos nutricionales de la población. Dentro de estas iniciativas se destacan huertas comunitarias, cultivos en terrazas, hidropónicos, huertas verticales y acuacultura.
Precisamente, en Bogotá el cultivo en terrazas ha sido promovido por los últimos gobiernos distritales y ha arrojado resultados positivos dentro de la población involucrada. La adopción de este tipo de sistema de producción representa un ahorro para las familias y el aprovechamiento del espacio urbano.
El uso de invernaderos está también incluido dentro de las opciones viables de producción de comida en ciudades. La empresa Farmed Here ubicada en Detroit, Estados Unidos, certificada como orgánica por la Agencia Federal de Alimentos (USDA), ha implementado exitosamente este tipo de producción. Paul Hardej, director de desarrollo de Farmed Here, asegura que la productividad es un 25 por ciento mayor en invernaderos que bajo el sistema tradicional al aire libre. De forma similar, Green Spirit, empresa californiana que ha desarrollado sistemas eficientes de producción, está en la capacidad de producir doce cosechas de hortalizas por año a partir de huertas verticales.
Son varios los propietarios de fincas de recreo aledañas a grandes ciudades en Latinoamérica que han logrado establecer pequeños cultivos que les garantizan un suministro continuo de alimento y un alivio para sus costos mensuales.
En Francia también se han desarrollado proyectos innovadores de producción agrícola en ciudades. El Colegio de Investigación Agronómica de Paris ha implementado un proyecto piloto en el cual se usan diferentes sustratos de desechos urbanos para producir el compost y el abono necesarios para la horticultura urbana. Anne-Cécile Daniel, investigadora asociada a este proyecto, asegura que han logrado producir miel y cereales satisfactoriamente
El cultivo comunitario ha sido también promovido en el interior de grandes urbes. En ciudades como Swansea y Londres existen varios proyectos en los que la comunidad ha participado activamente. Este tipo de proyectos, aparte de producir comida por los habitantes, genera una nueva conciencia de respeto hacia la naturaleza y reconecta al ciudadano urbano con la tierra.
Si bien aún la tecnología de producción tiene muchas limitantes, hoy en día ya es posible criar pollos y producir huevos y hortalizas en pequeños espacios y ambientes urbanos. Paralelo a estas acciones, algunos sectores sugieren bajar el consumo de carne para de esta forma disminuir el efecto invernadero asociado tanto a la producción animal como a la ineficiencia del uso de la tierra.
me gusta conocer lo relacionado con ganaderia ecologica y naturla