Peste boba
Peste boba, neumoenteritis, diarrea blanca, disentería blanca, diarrea colibacilar, salmonelosis de los terneros, en fin, como se le quiera llamar, este síndrome tiene una frecuencia relativamente alta, en especial durante la primera semana y hasta los dos meses de vida de los terneros. La peste boba, llamada así por la actitud pasiva del ternero afectado, supone altas pérdidas económicas dentro de la producción ganadera, sobre todo en épocas lluviosas. Las bacterias asociadas a esta enfermedad son por lo general Escherichia coli, Paracoli, Enteritides, Salmonella sp. Se ha asociado también a la enfermedad diferentes tipos de virus, particularmente myxovirus.
Su presentación obedece principalmente a la mala curación del ombligo en el momento del nacimiento y a un déficit en el sistema inmunológico del animal. Puede haber mayor predisposición de la enfermedad en explotaciones con malas prácticas de aseo y desinfección y con deficiencia en la prevención y control de entidades patológicas. Si un ternero nace y queda postrado en medio de excretas y barro, y no se le atiende prontamente para desinfectarle el ombligo, seguramente será candidato a peste boba.
La sintomatología puede presentarse con diarrea blanca de olor nauseabundo, onfaloflebitis (inflamación del ombligo) y artritis (inflamación de las articulaciones), respiración acelerada, moco frecuente, fiebre, postración, inapetencia y deshidratación. Es importante tener en cuenta que no necesariamente se debe presentar toda la sintomatología para poder inferir que nuestros terneros estén sufriendo de peste boba.
Esta enfermedad puede ser tratada, aunque por lo general sin buenos resultados y representado un costo en la adquisición de los medicamentos correspondientes. Su tratamiento consiste en garantizar una buena hidratación y el suministro de coccidiostáticos, oxitetraciclinas y sulfametazinas.
La mejor estrategia para evitar la presentación de esta enfermedad en nuestra ganadería y disminuir las eventuales pérdidas económicas representadas por tratamientos y muertes, es mediante la prevención. Por esta razón sugerimos implantar el siguiente protocolo preventivo:
1) La buena curación del ombligo justo después del nacimiento disminuye la probabilidad de la presentación de la enfermedad (sugerimos utilizar especialmente yodo blanco para tal fin).
2) Se debe procurar la ingestión del calostro por parte del ternero, con lo que se puede garantizar una inmunización materna.
3) Por último sugerimos vacunar los terneros una vez (a las pocas horas) nacen con vacunas que contengan Salmonella sp., E. coli y Pasteurella sp. También es posible vacunar vacas 1 mes antes del parto.
4) Implementar Buenas Prácticas Agropecuarias.
Reiteramos que si seguimos estrictamente los 4 pasos del protocolo sugerido mantendremos la peste boba lejos de nuestras fincas.
Finkeros.com, el portal de las fincas.
es que tengo una vaca y los tres partos los perdido cuando losvecerios mueren uno tenia 3 mese y ase un mes murió el ultimo botando moco por lanaris mantenía decaído por que me ocurre esto
Pueden ser muchas cosas. Lo mejor es que contactes un veterinario.