Gobernanza de la tierra en el sur de Putumayo
Reconocer la propiedad colectiva en la forma de resguardo indígena de 11.000 hectáreas, garantizar la restauración y goce efectivo de los derechos socioculturales, políticos, de gobierno propio, ambientales y territoriales afectados por el conflicto armado interno es el resultado de la caracterización que lideró la FAO y la Unidad de Restitución de Tierras (URT) junto con el cabildo Ñukanchipa Llakta.
El trabajo fue adelantado en el marco del proyecto Incorporación de Directrices de Gobernanza de la Tierra con las comunidades locales, habitantes de áreas protegidas y sus zonas de influencia y el cual es financiado por la Unión Europea.
El resultado de este trabajo será presentado ante los jueces especializados en restitución de tierras, quienes serán los encargados de pronunciarse y establecer las órdenes a las entidades pertinentes para el restablecimiento de los derechos vulnerados a esta comunidad.
El grupo indígena sufrió las incursiones violentas generadas, primero por las Farc-EP y luego por las AUC. Estos dos actores armados se enfrentaron para controlar el territorio y promover la producción de cultivos ilícitos, el tráfico de drogas y garantizar el paso de insumos para estas actividades ilegales.
Teniendo en cuenta lo anterior y para cumplir sus objetivos, los indígenas padecieron continuas amenazas, asesinatos, desapariciones, despojo y desplazamiento forzado, acciones que los sometieron al confinamiento, provocaron graves afectaciones a la autonomía y al gobierno propio, así como a la libre movilización en el territorio, los derechos a un ambiente sano, a la seguridad alimentaria, a la integridad y pervivencia culturales.
La comunidad habita un poco más de 11.000 hectáreas ubicadas en zona rural del municipio de Puerto Leguízamo, al sur del departamento de Putumayo. Esta área conforma su territorio ancestral y busca mediante la acción de restitución ser reconocido como resguardo.
El Cabildo se compone de 16 familias y 55 personas. Durante la caracterización la comunidad, y como condición necesaria de la metodología utilizada, participó en distintos ejercicios liderados por el equipo FAO, reuniendo un total de 114 personas, de las cuales 91 eran hombres y 24 mujeres.
Para restaurar sus derechos al territorio ancestral la comunidad del Cabildo Ñukanchipa Llakta del pueblo kichwa trabajó de la mano con la Unidad de Restitución de Tierras y el respaldo de la FAO en el proceso de caracterización de afectaciones territoriales.
Este proceso estableció los aspectos socioculturales, ambientales y territoriales relacionados con las particularidades del espacio en el cual la comunidad indígena vive, desarrolla su cosmovisión y espiritualidad y determinó los daños ocasionados por el conflicto interno armado.
La riqueza de los Ñucanchipa
Esta comunidad se caracteriza por su fuerte tradición oral, la cual hace parte fundamental de la permanencia de su cultura y está soportada en los abuelos de la comunidad. Su oralidad se encuentra repleta de ricos y variados relatos alrededor de la naturaleza, del hombre y su relación con los animales en un mundo mágico simbólico que desdibuja las fronteras que conocemos en el pensamiento de occidente.
Dentro de las principales tradiciones de los kichwas está el ritual del yagé, que el médico tradicional o abuelo sabedor utiliza para buscar respuestas o remedios para aliviar males físicos, espirituales o desarmonías individuales o colectivas.
Finkeros.com, el portal de las fincas
Fuente: Unidad de Restitución de Tierras