Como perros y gatos
Los perros pueden convivir sin demasiados problemas con otros animales, como es el caso de los gatos, con los que en estado salvaje se relacionarían exclusivamente como cazador y presa. Ello suele ser posible gracias a una adecuada y temprana socialización que permite que el animal se acostumbre desde pequeño a ver en el otro no a una fuente de alimento sino a un compañero de juegos.
La mayor dificultad para que perros y gatos puedan convivir radica en el hecho de que cada uno utiliza su propio lenguaje (basado en la mímica corporal y facial, en los sonidos que emiten y en los mensajes olfativos que envían a los demás animales). De hecho, las señales emitidas por unos y por otros tienen distintos significados no sólo para el que las emite, sino para el que las recibe. Esto explica el porqué perros que no han convivido desde edad temprana con gatos vean en éstos una presa y no un compañero. Por eso es que la socialización de perros con gatos desde temprana edad es determinante para una buena convivencia.