A dieta
Los métodos habituales para luchar contra la obesidad en perros y gatos provocan en general una reducción de la masa de tejido adiposo ya sea por una reducción del aporte energético (dieta, farmacológico, anillo gástrico quirúrgico) o por aumento del gasto energético (aumento de la actividad física mediante cambios en el estilo de vida).
En realidad, este último método contribuye a la pérdida de peso, pero raras veces tiene éxito por sí solo. Por lo tanto, normalmente es necesario restringir de alguna manera la ingesta de calorías, aunque debe fomentarse la combinación de varias estrategias.