Manejo de un accidente con abejas
Los accidentes con abejas son más frecuentes y letales de lo que uno puede llegar a pensar. Su presentación no está limitada a granjas apícolas, ya que los panales de abejas pueden hallarse en la naturaleza e incluso en estructuras y construcciones hechas por el hombre. Por esta razón, es importante identificar dónde se encuentran los panales de abejas para evitar eventuales accidentes y si es el caso erradicarlos de determinadas áreas.
La abeja mielera (Apis mellifera) es la especie de heminópteros que más accidentes genera; lo anterior se da precisamente porque su presencia se asocia con panales de miel, de tal forma que, cuando la extracción de miel se hace por personas inexpertas y sin los equipos adecuados, generalmente termina con un ataque de abejas. Las abejas más agresivas son las africanizadas, las cuales no toleran ni el más leve ruido o vibración y sus ataques pueden ser realizados hasta por 3000 miembros de la colonia, con persecuciones de hasta 700 m.
Los panales de abejas usualmente se encuentran en peñascos o en ramas de árboles, especialmente en aquellas zonas menos intervenidas de nuestras fincas. De tal forma que, cuando se está transitando por zonas enmontadas es importante que al divisar o escuchar (en ocasiones los zumbidos son audibles a varios metros de distancia) la presencia de abejas se baje la voz y se disminuya la vibración que se pueda llegar a causar. En efecto, los reportes más frecuentes de ataques de abejas suceden cuando se están limpiando o desmontando las fincas, ya que los contratistas o empleados tumban maleza con el machete y generan vibración y ruido que alerta a las abejas a defender la colonia.
Cuando uno es atacado por abejas, lo primero que debe hacer es correr lo más lejos posible del panal sin gritar ni generar pánico. Sumergirse en el agua es una buena opción, así como cubrirse el rostro para evitar que las abejas ingresen por orificios nasales y auditivos. Se debe además alertar a la gente que se encuentra alrededor y evitar que los animales se vean también afectados. Hemos escuchado de casos en los que las personas afectadas en medio del pánico generado por el ataque de abejas, olvidan liberar a caballos y mulas los cuales terminan siendo los más afectados por el ataque. Recordemos que un ataque de más de 1000 abejas puede, según la sensibilidad individual, matar una mula de buen tamaño.
Después del ataque lo más prudente es acudir al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento correspondiente. Es importante tener en cuenta que cada persona tiene una susceptibilidad diferente al veneno inyectado por las abejas; es así como se reportan casos de personas que mueren al ser picadas solamente por una abeja, como personas picadas por más de 1000 abejas que gracias a una oportuna atención médica, viven para contar su experiencia.
Por lo general los fármacos de elección son antihistamínicos, corticoides e incluso, en casos extremos, adrenalina. Por esta razón, sugerimos que en el botiquín de nuestras fincas mantengamos estos medicamentos que pueden sernos de gran utilidad en un caso como el mencionado. El tratamiento en humanos y en animales es básicamente el mismo, difiriendo la dosis. Por lo anterior, reiteramos, es importante contar con la asesoría médica y veterinaria correspondiente.
De igual forma, cuando se requiera la remoción de panales, nuestra sugerencia es solicitar el apoyo del Cuerpo de Bomberos más cercano o de empresas expertas en el manejo de abejas.
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