Aves en nuestras fincas: lechuza común
La lechuza común (Tyto alba), también llamada lechuza de los campanarios, es una ave ampliamente distribuidas en el mundo, pudiendo encontrársela en casi todo el planeta, con excepción de regiones polares o desérticas.
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Está presente en amplias regiones del mundo, excepto Canadá, Alaska, islas árticas, Escandinavia, la mayor parte de Asia -excepto el sur-, la zona central del desierto del Sáhara, islas de Indonesia y la Antártida. Son aves que viven generalmente asociadas a núcleos urbanos rurales, donde se reproducen, aunque dependen de zonas abiertas (campos de cultivo, estepas, roquedos, etc.), próximas a zonas de arbolado disperso, donde cazan. Son sedentarias, de hábitos nocturnos o crepusculares.
La lechuza común es un ave mediana, mide de 33 a 35 cm de longitud y sus alas poseen una envergadura de 80 a 95 cm, con un peso medio para los adultos de 350 gr. y sin diferencia aparente entre sexos. Tiene un característico disco facial con forma de corazón y partes ventrales blancas. Los tarsos están emplumados, y tienen los dedos cubiertos con plumas modificadas de color grisáceo. Las alas, son relativamente cortas y redondeadas, lo cual no facilita los vuelos largos y poderosos, aunque la particular estructura de las filoplumas, especialmente suaves y desflecadas, dotan a esta rapaz de un vuelo silencioso, lo que hace que parezca que flotan antes que aletean.
Emiten un grito lastimero y estridente, aunque la gran variedad de sonidos que producen dificulta la identificación, a excepción del inconfundible siseo que emite cuando se siente amenazada o cuando las crías piden alimento.
Para cazar se muestran muy observadoras, moviendo imperceptiblemente la cabeza: cuando se lanzan hacia la presa es una de las aves que menos fallos tiene. Su método de caza consiste usar su amplio disco facial como una sofisticada parábola receptora de los sonidos que emiten sus presas, a las que así localiza para atraparlas con sus largos dedos, tras abalanzarse sobre ellas en un silencio casi absoluto. Una lechuza adulta come aproximadamente tres ratones diarios. Una pareja que críe entre 3 o 5 pollos cazará muchos más roedores. Su capacidad para digerir huesos es muy pobre, por lo que las egagrópilas son grandes de 4-6 cm x 2-2,5 cm, y contienen gran cantidad de huesos.
Anida en zonas y estructuras desarrolladas por el hombre tales como campanarios, desvanes, graneros, o ruinas. Más raramente, y fuera de estos hábitats, prefiere los bosques abiertos, encamándose -no fabrica nidos- en huecos de árboles.
Cría en cualquier época del año, y pone entre 4 y 7 huevos, que incuba durante unos 32 días. La incubación corre a cargo exclusivamente de la hembra, mientras que el macho caza para toda la familia. Aunque a los 50 días de vida las crías son capaces de volar, normalmente no se alejan de sus padres hasta los 3 meses de vida.
Se alimentan principalmente de pequeños roedores, especialmente ratones y musarañas, aunque también caza pequeños pájaros, insectos y, en menor medida, anfibios y reptiles. Es por esta razón que muchos finkeros fomentan la nidificación de lechuzas para controlar la proliferación de ratones y es además el mejor argumento para promover su conservación en fincas.