Ay qué dolor!
Algunos perros dejan saber si sufren de algún dolor pero otros son más estoicos (sobre todo las razas de guardia y de pastoreo). Los perros tienen una tolerancia al dolor más alta que la de los humanos y algunos pueden esconder el dolor como parte de su instinto de supervivencia.
Como los peludos no pueden hablar, su forma de manifestar el dolor se da a través del cambio de comportamiento o de la pérdida de comportamientos habituales. Si tu perro sufre de alguna molestia que le genera dolor puede evidenciar lo siguiente:
Vocalizar
Negarse a subir escaleras
Mostrarse inactivo
Tener dificultad para moverse
Mostrarse irritable al ser cargado
Tener poca tolerancia al ejercicio
Realizar menor acicalamiento
Cambiar sus hábitos de orina o defecación
Cojear
Jadear