Castración de corderos
La castración de corderos que no serán destinados a la reproducción sino al levante y engorde, debe ser realizada en los primeros 10 días de vida. Para este fin existen varias alternativas: quirúrgica, electrocauterización, emasculador o anillos de caucho. Lo importante es que la técnica implementada se realice en estrictas condiciones de asepsia para evitar eventuales infecciones (por ejemplo, tétanos) y por profesionales con experiencia. En caso de que sea necesario castrar machos juveniles o adultos, bien sea porque se descartaron para la reproducción -habiéndose seleccionado previamente- o porque no se realizó su castración oportunamente, se sugiere utilizar una técnica quirúrgica similar a la utilizada en ganado bovino (descope). Recomendamos suministrar antibiótico como medida profiláctica para evitar cualquier infección concomitante.