El caballo criollo colombiano
El Caballo Criollo Colombiano (CCC), es poseedor de características propias, debido al mejoramiento de su fenotipo, al de sus movimientos, sea por su evolución genética, o por el trabajo de adiestramiento, esto y otros motivos hacen que estos ejemplares en cada rincón del mundo donde se exhiben, salgan airosos por su actuación destacada dejando ver así, que es motivo de orgullo para nuestra nación.
De acuerdo con la Federación Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas) el CCC, está dotado de sensibilidad, fuerza, brío, velocidad, suavidad; es un ejemplar de un fenotipo único, hermoso, elegante, noble, con movimientos bien definidos, que le permiten al montador gozar de un ejemplar de gran quietud para el disfrute; su andar alegre, sonoro, y acentuado, y otros aspectos han hecho, que el CCC se haya posicionado en el mundo como un ejemplar suave y de gran calidad.
Esta raza es producto de la mezcla de caballos traídos al país, desde la época de la Colonia, por los españoles. Según investigadores de diferentes facultades de Medicina Veterinaria en Colombia, al parecer el primer ingreso de caballos en territorio colombiano se dio alrededor de 1509, con el intento de establecer colonias en tierra firme por parte de los españoles Alonso de Ojeda en la costa norte del país y Diego de Nicuesa en el Golfo de Urabá. Para 1525 ya habían sido introducidos caballos a la costa Caribe, entre el río Magdalena y Maracaibo y a la costa Pacífica por Rodrigo Bastidas y Francisco Pizarro, respectivamente. Entre 1536 y 1542, ingresaron por Quito, Cartagena, Panamá y Buenaventura aproximadamente 813 caballos a diversas partes de Colombia. Desde la colonia, difusión de la especie fue muy rápida en el territorio del país, excepto en las regiones boscosas.
El CCC cuenta con cuatro andares, donde tres de ellos están en la línea de los diagonales y uno en los laterales, estos son:
Paso Fino: se ejecuta en cuatro tiempos, dados por sus cuatro triples apoyos: dos laterales, uno izquierdo y uno derecho; y dos diagonales, uno izquierdo y uno derecho. El sonido característico de sus pisadas es taca, taca, taca, taca
Trocha: es un aire de cuatro tiempos por diagonales. Tiene una elevación media y una cadencia media. Su sonido característico es tras, tras, tras.
Trote: es un aire de dos tiempos por diagonales. Tiene elevación media alta y cadencia lenta. Su sonido característico es tas, tas, tas, tas.
Galope: es un aire de tres tiempos y su sonido característico es catorce, catorce, catorce.
Componente genético
Según Guillermo de Narváez, autor del libro «El caballo criollo», el desplazamiento por laterales se debe a que dentro de su esquema genético existe un «gen», que en este caso se presenta como recesivo, denominado (p), el cual determina que ciertos ejemplares dentro de la raza que lo hayan heredado puedan desplazarse por laterales. Los ejemplares de esta misma raza que no lo porten en su esquema genético se desplazan por bípedos diagonales, trochando o trotando, dependiendo, entre otros, de la velocidad de la cadencia que a su vez hayan heredado por otra serie o combinacion genética diferente. El gen (p) se hereda independientemente de los demás genes que trasmiten las distintas características en la raza del caballo criollo colombiano, como pueden ser, entre otros, el fenotipo, la velocidad de cadencia, el brío o el temperamento. Los ejemplares trochadores y trotones, pueden ser con relación al gen, tanto homocigóticos (TT), como heterocigoticos (Tp). Sin embargo se dan raramente casos en los cuales un caballo trochador tenga como padres a dos finos, debido a factores complejos de orden genético en que el gen (p) que determina el desplazamiento por laterales sea «enmascarado» por el gen dominante que determina el desplazamiento por diagonales
A pesar de lo anterior, para la investigadora de la Universidad Nacional de Colombia, Silvia Naranjo, a pesar que Colombia ha sido históricamente un país con vocación en la producción equina, su crianza se ha enfocado en aspectos relacionados con el mejoramiento de los esquemas sanitarios preventivos y de diagnóstico. Se han realizado estudios en reproducción asistida, nutrición con pastos mejorados y suplementos alimenticios balanceados pero, en el campo de la genética los estudios realizados con el Caballo Criollo son pocos, por lo cual hacen falta ampliar este campo que contribuya al conocimiento del Caballo Criollo Colombiano con miras a generar programas de mejoramiento en su desempeño y contribuir a su conservación como acervo genético único.
Promoción del CCC
Por otra parte, de acuerdo con información estimada por Fedequinas, más de 24.000 ejemplares participan en exposiciones equinas durante el año, en los diferentes departamentos de Colombia. Eventos que sirven y se posicionan como vitrinas para promover no sólo el caballo en el mercado nacional, sino internacional, abriendo las puertas para expandir la industria y la economía nacional.
Cabalgatas, festivales, remates equinos, competencias de chalanería, revistas, libros, programas turísticos en pro del caballo, han permitido que la raza CCC sea identificada y reconocida, y que muchos de los que han tenido el privilegio de montar en un CCC, den fe de que es un ejemplar que no sólo un jinete experimentado puede conducirlo, sino que niños, jóvenes y adultos sin gran experiencia pueden hacerlo con gran facilidad.
En efecto, la Chalanería Criolla, deporte que en el país convoca a más de 1000 niños y jóvenes en todo el territorio, desde los 2 hasta los 24 años de edad, demostrando así, la docilidad y manejo que permiten los caballos de la raza.
El CCC ha permitido que Colombia sea vista no sólo por sus atractivos turísticos, sino por la belleza y cantidad de criaderos de prestigio que proyectan al caballo como una industria, explorando verdaderamente los atributos del mismo, como producto único en el mundo.