El desarrollo del Turismo Rural
Se cree que el turismo, dentro de su amplio espectro, es la industria que mayor número de empleos genera a nivel mundial; varias aproximaciones sobre el tema aseguran que 1 de cada 15 empleos se da gracias al turismo. Adicionalmente, el turismo es uno de los sectores de la economía con mayor crecimiento a nivel mundial; ya que, en gran parte, las diferentes fuentes de información y los sistemas de transporte favorecen la afluencia de turistas a regiones que en el pasado jamás se habían considerado como alternativas turísticas.
Dentro de la enorme variedad de tipos de turismo que existen hoy en día, el turismo rural ha crecido gracias a las fuerzas del mercado que buscan nuevos destinos turísticos y también en parte como el resultado de iniciativas gubernamentales en algunos países (por ejemplo, la Ley Emiliani en Colombia). Este crecimiento ha sido muy relevante, particularmente en los países en vías de desarrollo, donde se ha hecho una promoción turística de zonas rurales para influenciar tanto a los proveedores de servicios turísticos como al mercado mismo del turismo rural.
Esa ruralidad existente, y aún conservada, en regiones cercanas a las grandes urbes, es la que garantiza y mantiene, además de otras necesidades de las grandes masas demográficas, el turismo rural. Es una tendencia a nivel mundial que, especialmente los habitantes de las grandes ciudades, busquen como alternativa turística fincas o casas campestres donde puedan alejarse de la atmósfera urbana para disfrutar de ambientes y paisajes rurales y deleitarse con los ecosistemas naturales.
Aunado a esta tendencia del mercado turístico, diferentes crisis del sector agropecuario han llevado a los propietarios de fincas a repensar y rediseñar su actividad económica, convirtiéndose en prestadores de servicios turísticos rurales. Este replanteo ha tenido inusitado éxito en diferentes países en donde se ha generado una promoción en las diferentes regiones para desarrollar más y variadas ofertas dentro del turismo rural. En nuestra región latinoamericana, particular relevancia tienen las experiencias exitosas de turismo rural llevadas a cabo en estancias en Argentina, haciendas en México, fincas cafeteras en Colombia y posadas ecoturísticas en Costa Rica.
Es claro que, para que se desarrolle y se mantenga en el tiempo el turismo rural, no basta con las políticas del mercado ni con el emprendimiento de un puñado de empresarios y propietarios; es determinante la voluntad política de los gobiernos y de las comunidades para garantizar la seguridad de los turistas, invertir en infraestructura acorde con las necesidades y el volumen de los turistas y promover acciones que propenda por el turismo rural sostenible.