El manejo de la cartera
La cartera es una de las variables más importantes que tiene la administración de un conjunto campestre para administrar su capital de trabajo. De la eficiencia como administre la cartera, el capital de trabajo y la liquidez de la administración, los indicadores mejoran o empeoran.
La mora en el pago de las cuotas de administración por parte de algunos copropietarios implica que la administración inmovilice una importante parte de sus recursos, pues está financiando con sus recursos a los copropietarios morosos. No obstante, por lo general, la administración cobra una penalización económica a aquellos copropietarios morosos, la cual en la mayoría de los casos representa una rentabilidad financiera incluso más atractiva que la ofrecida por entidades bancarias.
La gestión de cartera debe ser una política de primer orden en la administración de un conjunto campestre. De la eficiencia con que se administre depende el aprovechamiento de los recursos. Es por esto que la rotación de cartera debe ser más acelerada que la rotación de cuentas por pagar, o al menos igual. Lo ideal es que el pago oportuno de las cuotas de administración permita cumplir con las obligaciones normales de un conjunto campestre (servicios públicos de zonas comunes, servicio de vigilancia, reparaciones, honorarios, proveedores) y alimentar un fondo para imprevistos o proyectos aprobados por la asamblea de propietarios.
Sin embargo, una cartera bien manejada, por razones financieras antes expuestas, puede ser considerada como una inversión que genera una rentabilidad para la copropiedad. Bajo este orden de ideas, tener cartera cero no es lo ideal, ya que en caso de que existan excedentes dentro de la administración su inversión en el sector bancario no arrojará nunca los réditos esperados y, en cierta forma, la cartera es una salvaguarda a manejos abusivos por parte de administradores inescrupulosos, más aún cuando no haya órdenes explícitas para su ejecución.
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