El poncho
El poncho es una prenda típica que vincula, aún más, algunos pueblos de América del Sur. Ponchos hay en Argentina, Perú, Chile, Bolivia y Colombia. En términos generales el poncho es un trozo rectangular elaborado en algodón o lana en cuyo centro existe un agujero para la cabeza. El grosor y el tamaño del poncho difieren dependiendo de su origen. Diferencias existen también en su raíz etimológica, pero prospera aquella que sugiere un origen producto de la variación de la palabra quechua punchu.
Es en efecto una prenda andina. En Argentina, particularmente en las provincias de Catamarca y Salta, acompaña la labor del campesino. El huaso chileno la usa tradicionalmente y con orgullo. En Colombia, el paisa especialmente, considera al poncho un compañero habitual en la faena diaria.
En el territorio colombiano se sugieren varios orígenes. Por un lado, y paradójicamente a su fuerte vínculo con la colonización antioqueña, se cree que su uso está ligado a la región cundiboyacense del Valle de Tensa. Sin embargo, también se disputa su origen como una variación del talit judío traído, hasta tierras montañeras del departamento de Antioquia, por sefarditas conversos.
En lo que no hay disputa es que se ha vuelto parte de la vestimenta paisa. Es infaltable además en actividades de vaquería, cabalgatas y de labor campesina. Su difusión en las últimos décadas, ha sido a tal grado, que ponchos se usan casi que en todos los rincones del territorio colombiano, en diferentes tonos, estampados y tamaños. Esto obedece en parte a la variedad de usos que tiene. Además de los ya mencionados, sirve para secarse el sudor, para sacudir asientos, refrescarse el rostro, arriar ganado, azuzar perros, espantar moscas, asir extremos…, en fin, usos es lo que hay.
Bueno y ¿dónde se consiguen los mejores ponchos en Colombia? Pues, difícil respuesta. Podría decirse que depende del gusto del consumidor. Por experiencia y gusto propio, yo me atrevería a decir que los mejores ponchos los he comprado en Puerto Berrío, Antioquia.
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