Al fin los hipopótamos son oficialmente una especie invasora en Colombia
En el día de ayer, y a pesar de la oposición de colectivos de animalistas, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible incluyó al hipopótamo (Hipopotamus amphibius) en el listado de especies exóticas invasoras de Colombia. Con esta declaratoria, el Minambiente y las entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) ahora podrán definir las medidas de prevención, control y manejo de esta especie en el país.
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“Este es un paso importante para avanzar en un plan de acción inmediato con el fin de atender la situación generada por la presencia de los hipopótamos en Colombia, que han ocasionado impactos en nuestros ecosistemas y especies claves. Desde hoy iniciaremos un trabajo fuerte de coordinación y acción con las entidades del SINA, expertos y comunidades. Nuestra prioridad es la protección de la vida humada y la conservación de la biodiversidad”, dijo el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa.
Este acto administrativo modifica el artículo primero de la Resolución 848 del 23 de mayo de 2008, en el sentido de que adiciona el Hipopotamus amphibius al listado de especies exóticas invasoras del cual también hacen parte el caracol gigante africano, la rana toro, el pez león y el retamo espinoso y liso, entre otras.
Se había demorado el Minambiente en declarar a esta especie exótica como invasora. Esto a pesar que la IUCN la tiene incluida en la lista de especies invasoras y que existen medidas establecidas a nivel mundial para el control de las especies invasoras ya que son consideradas la segunda causa de pérdida de la biodiversidad.
En relación con los hipopótamos presentes actualmente en Colombia, se sabe que desde 1981 se introdujo una población en la región del Magdalena Medio por el tristemente célebre narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. Esta especie es de difícil manejo, dado su tamaño y agresividad (es el causante de gran cantidad de muertes en África). En Colombia ha habido reportes ocasionales de personas heridas y bovinos muertos como consecuencia del ataque de estos animales. Adicionalmente, en los últimos años las autoridades ambientales han reportado tráfico ilegal de las crías de esta especie y un crecimiento de la población ya que no tienen enemigos naturales.
Esta situación ha generado desde hace años un debate en torno al manejo que se le debe dar a la especie en Colombia. Por un lado, los animalistas han llegado a plantear propuestas tan irracionales como el diseño de una reserva para la conservación de esta especie africana en tierras colombianas. En contraste, las entidades ambientales han hecho varios estudios para evaluar posibles estrategias de manejo que van desde el fusil sanitario hasta la esterilización química de los animales.
