Humedales
De acuerdo a la Convención Ramsar, los humedales son extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. Se entienden también los humedales como una interfase o una frontera entre sistemas acuáticos y terrestres. Para que un ecosistema sea considerado como humedal debe cumplir con las siguientes tres características: permeabilidad de los suelos, presencia de vegetación hidrófila y tener una pendiente menor o igual al 5%.
Los humedales naturales se subdividen de acuerdo a la influencia de factores hidrológicos, geomorfológicos, químicos o biológicos; aquellos de origen artificial se clasifican según el proceso que los origina o que los mantiene. Los humedales per se son ecosistemas altamente dinámicos y cambiantes, de tal forma que las condiciones ambientales pueden generar cambios en la fluctuación natural del nivel del agua, la cobertura vegetal y la composición faunística.
Dentro de los humedales propios de los sistemas agropecuarios presentes en nuestras fincas se incluyen estanques, estanques para peces y acuicultura, charcas, tierra irrigada, arrozales y tierra arable estacionalmente inundada. Adicionalmente, en nuestras fincas y en su perímetro podemos encontrar diferentes tipos de humedales naturales como lo son pantanos, ciénagas, turberas, bosque pantanoso dulce, ojos de agua, reservorios, fosas de grava, salinas, lagos, deltas, ríos, arroyos, quebradas, manglares, playas y arrecifes. Esto denota la gran diversidad de humedales existentes y la enorme riqueza biológica que pueden contener. En efecto los humedales representan una proporción significativa de la biodiversidad de gran importancia social, económica y ambiental.
Los arrecifes coralinos y los manglares son los ecosistemas más productivos del mundo, por lo que se consideran lugares de gran importancia para la reproducción de especies marinas. En efecto, debido a su alta productividad, en este tipo de humedales se concentran etapas postlarvales de un elevado número de especies comerciales en las que está basada la pesca artesanal e industrial, actividades que son generadoras de empleo y de sustento económico para muchas familias. Su estructura trófica no solamente garantiza la supervivencia de las especies propias de manglar o arrecife, sino que también tiene implicaciones sobre la estructura trófica de especies comerciales de aguas más distantes.
La valoración de los humedales está caracterizada por servicios, productos y atributos. Dentro de sus servicios ecosistémicos se incluyen: recarga y descarga de acuíferos, control de flujo, retención de sedimentos y tóxicos, retención de nutrientes, estabilización de la línea costera, protección contra tormentas, transporte acuático, soporte de cadenas tróficas, recreación activa y hábitat para fauna y flora silvestre. Los productos de los humedales son recursos de vida silvestre, pesquerías, recursos forrajeros, recursos agrícolas, fuentes de agua y recursos forestales. Por último, se consideran atributos de los humedales la diversidad biológica y la importancia cultural e histórica. En consecuencia, los humedales poseen un gran valor ambiental, económico, social, cultural, científico y recreativo, motivo por el cual su protección es estratégica para la sociedad ya que su destrucción o pérdida ocasiona un perjuicio directo a la humanidad.
Las acciones individuales de propietarios de fincas para “robarle” terreno a los humedales mediante desecación o relleno, genera la desaparición del humedal y de los servicios ecosistémicos que este presta. Adicionalmente, este tipo de perturbaciones hacen que la naturaleza misma del humedal cobre factura, ejemplos en Colombia existen varios (tierras inundadas alrededor de la Laguna de Fúquene, familias damnificadas a la orilla de los grandes ríos, fincas improductivas en inviernos intensos). Es importante que entendamos que las zonas más próximas a los humedales en nuestras fincas son de amortiguación por lo que en ellas no se debe desarrollar ninguna actividad agropecuaria, urbanizadora o que genere algún tipo de perturbación al ecosistema.
Si bien los humedales son objeto de regulación y protección por normas nacionales y por el Derecho Internacional (Convención Ramsar), es importante que como finkeros responsables y concientes de la importancia de la conservación de los humedales, evitemos y prohibamos cualquier acción que se ejecute en contra de los humedales. Es así como las siguientes actividades deben estar prohibidas en nuestras fincas: sobreexplotación de recursos biológicos, represamiento, relleno, contaminación, disposición inadecuada de basuras, canalizaciones mal planeadas, urbanización por fuera de la norma, remoción indiscriminada de sedimentos o vegetación, entre otros. Recordemos además que una finca sin agua no es finca, por lo que tener un humedal en nuestra finca es un tesoro. Así que, como buenos finkeros, es nuestro deber conservar los humedales.
Finkeros.com, el portal de las fincas
Fuente: Humedales interiores de Colombia. IAvH y MinAmbiente, 1999.
Buenas tardes lo que pasa es que tengo unos umedales en el cauca con varias en el predio salen 2 rios, cómo ago para venderlos, agradezco la comunicación.
Basen dos ríos y varias quebradas
Que entidad me puede comprar eso para reserva natural.