Manejo reproductivo exitoso
La eficiencia reproductiva de un hato lechero o de carne se mide de acuerdo a la frecuencia a la cual las vacas vacías se preñan. Bajo esta premisa la pregunta claves es, ¿qué tan rápido se están preñando las vacas en el hato? Recordemos que en esencia, la ganadería de cría consiste en producir terneros y terneras, y esto se logra preñando vacas y manteniendo hasta feliz término la gestación de las mismas. Luego lo importante es que todas las vacas presentes en el plantel sean viables y eficientes en términos reproductivos. La sentencia en ganadería debe ser clara: animales que no producen, son animales de descarte.
Para responder la pregunta formulada anteriormente, existe una serie de indicadores en reproducción, cuya información es útil para determinar la eficiencia reproductiva de un hato:
Tasa de concepción al primer servicio: Es el porcentaje de vacas de primer servicio que quedaron preñadas, con respecto al total de vacas inseminadas con un primer servicio.
Intervalo entre partos: es uno de los indicadores productivos más comúnmente utilizados para medir la eficiencia productiva de una explotación y se define como el número promedio de días que transcurren entre un parto y el siguiente.
Servicios por concepción: Son las inseminaciones o montas directas que se necesitan para preñar una vaca o a un grupo de vacas. Tiene el sesgo que no toma en cuenta a las vacas que no quedaron preñadas pero que si fueron inseminadas.
Días al primer servicio: Son los días transcurridos entre el parto de la vaca y su primera inseminación o servicio.
Días abiertos: Es el tiempo que transcurre entre el parto y el momento en que la hembra vuelve a quedar preñada.
Tasa de Preñez: Es el porcentaje de vacas que se preñan cada 21 días, del total de vacas aptas para ser preñadas en este periodo de tiempo. Se considera como uno de los indicadores claves dentro de la reproducción bovina. En los hatos donde se emplea el método tradicional de celo visto = vaca servida, la tasa de preñez es el indicador que mide más eficientemente cómo se están preñando las vacas. Tiene la particularidad que evidencia los cambios que se realicen dentro de un programa de reproducción, de tal manera que permite hacer correcciones sobre la marcha y ver sus resultados a corto plazo. La tasa de preñez se obtiene multiplicando la tasa de detección de celo (tasa de servicios) X la tasa de concepción.
Además de la información que se puede obtener a partir de los indicadores relacionados anteriormente, es importante implementar un Plan Reproductivo bajo una acertada asesoría profesional especializada. Dentro del Plan Reproductivo se deben definir mecanismos para detección de celo (toros calentadores o monitoreo constante por parte del empleado) o si por el contrario se opta por un programa de inseminación artificial a tiempo fijo, o la combinación de ambas alternativas. Este punto es determinante, ya que dejar pasar el celo de una vaca se debe interpretar como una pérdida de tiempo y de dinero. Para este fin, es importantísimo cerciorarse que los empleados de la finca estén capacitados en la detección de celo de las vacas.
Otro aspecto relevante dentro de un Plan Reproductivo en una explotación bovina, es definir si se va a optar por un sistema de monta directa, inseminación artificial o la combinación de ambas alternativas. La monta directa supone una menor variabilidad genética y menores costos. La inseminación artificial, por su parte, requiere una inversión en equipos y capacitación técnica, pero brinda la posibilidad de aportar genes mejoradores a la explotación mediante una acertada selección de reproductores. La combinación de ambas alternativas garantiza una mayor tasa de preñez. La sugerencia por parte de finkeros, especialmente para ganadería de carne, es que al implementar un sistema de inseminación artificial, el lote de vacas inseminadas se acompañe en el potrero de un toro, de manera tal que aquellas vacas que no queden preñadas por inseminación artificial sean cubiertas de forma natural por el toro, y así lograr mejores indicadores reproductivos dentro de nuestro plantel. Reiteramos, lo importante es preñar vacas y no perder tiempo ni dinero.
Dentro del Plan Reproductivo debe ser contemplado un chequeo reproductivo periódico que nos permita determinar el estado reproductivo de nuestro hato y de esta forma identificar aquellas vacas que no son viables reproductivamente y que por consiguiente son candidatas a descarte. El chequeo reproductivo debe arrojar además recomendaciones (suplementación, medidas de manejo) que permitan garantizar la viabilidad de las preñeces observadas.
Por último, el Plan Reproductivo debe estar dinámicamente ligado a un Plan de Vacunación y un Plan de Nutrición, de tal forma que se garantice la producción de crías y por el contrario no se incurra en pérdidas (abortos, absorciones) producto de enfermedades infecciosas o metabólicas.
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