Métodos de preservación de forraje
En una finca productiva se debe proyectar la disponibilidad de forraje durante todo el año. En la región tropical, el forraje escasea especialmente durante veranos intensos y bajo elevadas cargas animales. Es por esta razón que la preservación del forraje es una herramienta útil para garantizar alimento en épocas de escasez.
En muchas regiones existen fincas especializadas en producción de heno y ensilaje, por lo que usualmente resulta más económico adquirirlos con el productor que producirlos directamente en nuestra finca. No obstante, es importante revisar el costo de transporte para de esta forma evitar sobrecostos dentro de nuestra explotación.
A continuación, y a manera informativa, presentamos un breve resumen sobre características de la henificación, ensilaje y henolaje.
Heno
Ventajas
- Se almacena bajo condiciones aeróbicas
- Bajo contenido de humedad (12-18%, 82-88% Materia Seca – MS)
- Baja actividad microbial
- Buen aporte de fibra
Desventajas
- Altas pérdidas de materia seca al ser empacado
- Menor valor nutritivo
- Toma más tiempo para el secado
Características adicionales
Los forrajes con mayor actitud para henificarse son angleton (Dichantium aristatum), pangola (Digitaria eriantha), trébol (Trifolium pratense), bermuda, estrella (Cynodon plectostachium) y kikuyo (Pennisetum clandestinum).
Se debe controlar roedores en sitios de almacenamiento de heno.
Ensilaje
Ventajas
- Alto valor nutritivo
- Menos pérdidas de campo
- Menos tiempo en el terreno
Desventajas
- Requiere condiciones anaeróbicas
- Altas pérdidas si no es empacado y sellado adecuadamente
- Alto contenido de humedad (55-70%, 30-45% MS), por lo que su transporte puede ser más costoso
- Mayor riesgo de preservación si es ensilado con alto contenido de humedad, hay más actividad microbial
Características adicionales
Para que un forraje tenga buena aptitud para ser ensilado, debe tener bajo contenido de proteína y alto contenido de azúcares fermentables. Los forrajes más fáciles de ensilar son en su orden maíz (Zea mays) y otros cereales, cuba OM22 (Pennisetum cuba), ryegrass (Lolium sp.), festuca (Festuca arundinacea), mezcla pasto-trébol, trébol rojo, alfalfa (Medicago sativa).
Recomendaciones para ensilar
- El forraje debe ser cosechado en un estado de madurez que optimice la producción/calidad de forraje.
- Ensilar a un contenido de MS adecuado
- Picar el forraje a un tamaño de partícula pequeño, procurar partículas de menos de 4 cm
- Evitar contaminación del ensilaje con polvo. Es de recordar que este tipo de contaminación puede incorporar bacterias (Clostridium sp.) al ensilaje.
- Llenar el silo rápidamente
- Empacar el silo lo mejor posible para eliminar la presencia de aire. Si es posible, es mejor utilizar una aspiradora para procurar un empaque al vacío
- Sellar con plástico por al menos 14 días
- Remover 15-20 cm de ensilaje por día una vez que el silo es abierto (esto para el caso de silos de montón o tipo búnker)
- Usar inoculantes o aditivos sólo si es necesario (melaza, levaduras)
- Evitar exposición a la lluvia y a condiciones ambientales extremas
- Es más recomendable empacar en bolsas individuales que en ensilar en montón o en silo tipo bunker. Lo anterior debido a que de esta forma se garantía aún más la conservación del ensilaje.
- Controlar roedores en sitios de almacenamiento de ensilaje
Henolaje
Es un intermedio entre la henificación y el ensilaje, básicamente consiste en envolver el pasto en cinta de polietileno para de esta forma evitar disminuir la humedad del mismo. Para realizar el henolaje se requiere una máquina empaquetadora especial que a nivel de campo produce bolas de henolaje de alrededor de 500 kg. En el momento de mover las bolas de henolaje es importante evitar a toda costa romper el polietileno, para este tipo garantizar la preservación del mismo. Tiene la ventaja que un henolaje bien hecho se puede dejar a la intemperie. Este tipo de preservación de forraje está bastante difundido en zonas lecheras de la Sabana de Bogotá y de Antioquia.
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