México le dijo no a Monsanto
Un juzgado mexicano anuló un permiso otorgado a la multinacional Monsanto que le permitía la siembra comercial de soya transgénica.
Un juez del Estado de Yucatán consideró que la actividad de Monsanto pone en riesgo la producción de miel mexicana en los estados de la península de Yucatán (Campeche, Quintana Roo y Yucatán).
La resolución se dio luego de que apicultores mayas de Yucatán se opusieran a la resolución de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que autorizaba la siembra de 253.500 hectáreas de soya transgénica en siete estados mexicanos, entre ellos Yucatán.
Esta decisión se suma a las que en marzo y abril del presente año emitió un juzgado del Estado de Campeche, que determinó la violación al derecho a la consulta de las comunidades mayas así como la violación al procedimiento establecido en la Ley de Bioseguridad del gobierno mexicano.
En 2012 Sagarpa había concedido dicho permiso a pesar que instituciones ambientales, como el Instituto Nacional de Ecología, y organizaciones activistas como Greenpeace habían rechazado el permiso.
Según el concepto de cientos de investigadores mexicanos, en la actualidad no están dadas las condiciones para que coexistan el cultivo de soya transgénica y la producción de miel. Greenpeace México, considera además que “los planes de Monsanto son convertir la producción agrícola y alimentaria mundial en un gran experimento genético, totalmente dependiente de sus semillas patentadas”.
Aparte de razones científicas y ambientales, criterios económicos también se esgrimieron en contra del permiso que favorecía a Monsanto, al poner en riesgo la comercialización de la miel producida en el mercado europeo. Es de recordar que la Corte de Justicia de la Unión Europea, a partir de 2011, prohíbe la venta de miel que contenga polen de cultivos transgénicos.
Esta determinación judicial es un importante revés para la transnacional de alimentos modificados, es una victoria para la sociedad mexicana, las organizaciones campesinas, indígenas, ambientalistas y científicas que velan por la salud ambiental, la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad en México. Sienta además un precedente importante a tener en cuenta por otros gobiernos.
Fuente: Semana Sostenible