Pérdidas económicas ocasionadas por fauna silvestre en cultivos
Pérdidas de la producción por venados en caucheras, zarigüeyas en frutales, tórtolas y pinzones en cultivos de cereales y micos en maizales, y la lista sigue. El panorama puede llegar a ser generalizado en nuestros cultivos. Esta es una problemática muy similar a la depredación de animales domésticos, pero con un agravante: los cultivos no son móviles y están, por lo general, a merced de la fauna silvestre.
Surge entonces una pregunta, ¿quiénes somos más sagaces, nosotros o los animales? Difícil respuesta, ¿no?, pero la balanza se puede inclinar a nuestro favor con un buen análisis y una acertada asesoría. El primer paso es tener claro que no podemos asumir una posición cavernaria de matar todo aquel animal que se acerque a nuestros cultivos, básicamente porque va contra la ética de todo buen finkero, porque es ilegal y porque en términos reales y ecológicos no soluciona el problema.
Una vez subsanado este paso, es crítico definir el problema: ¿cuál es el daño que está sufriendo mi cultivo?, ¿qué tan representativo en términos económicos es ese daño?, ¿qué especie animal está causando ese daño?, ¿en qué etapa del cultivo se evidencia el daño? Además, lo importante en este punto es tener en cuenta cuál es la relación costo/beneficio de las medidas que eventualmente puedo implementar para controlar las pérdidas en mi cultivo, y lo digo con razón, porque evidentemente la decisión puede diferir en la medida en que la fauna esté arrasando con mi cultivo o simplemente se presentan unas pérdidas esporádicas que están contempladas dentro de toda actividad productiva.
Después de haber aclarado lo anterior y de haber identificado la especie responsable, es importante hacer un análisis de la problemática, observar el tipo de daño ocasionado, definir las horas del día en que el cultivo es atacado, y si es posible observar la actividad y los hábitos de la especie. Lo anterior nos permitirá, en conjunto con una asesoría profesional, implementar herramientas de control que permitan que mi cultivo sea rentable y que mi relación con la fauna silvestre sea armoniosa.
El mercado actualmente ofrece una gran variedad de equipos, que va más allá de simples espantapájaros, y que, mediante una asesoría profesional, permiten controlar a la fauna silvestre de una forma efectiva y constante. Pero claro está, no todo se logra comprando equipos, también hay medidas que se pueden tomar una vez analizado y evaluado el problema. Cito dos ejemplos concretos: para evitar que los venados se beban el caucho recolectado en cada árbol es preciso rediseñar los colectores o incrementar la frecuencia de colecta por parte del trabajador (ver: http://www.finkeros.com/abc/el-cultivo-del-caucho/); para disminuir las pérdidas ocasionadas por micos en cultivos de maíz es necesario incrementar la distancia entre el borde del bosque y el borde del cultivo, de tal forma que los micos no la tengan tan fácil cuando decidan atacar el cultivo, ya que una mayor distancia de desplazamiento en tierra les genera sensación de inseguridad. Concluyo entonces que la coexistencia de los proyectos agrícolas con la fauna silvestre de nuestras fincas, depende de las decisiones acertadas que tomemos; por esta razón asesorémonos con los expertos, contacta a Consultoría en Manejo de Fauna Silvestre.
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