Perros de finca

Toda finca debe tener al menos un perro. Los perros en las fincas son en realidad más animales de trabajo que de compañía, se vuelven indispensables en actividades de guardia y de pastoreo.

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Precisamente, muchas de las razas de perros fueron desarrolladas para desempeñarse en las diferentes labores a realizar en las fincas y para adaptarse a las condiciones medioambientales de las mismas; es por esto que hoy en día tenemos razas de perros de muestra, cobradores, pastores, ganaderos, de guardia, de rastro, terreros; en fin, un sinnúmero de razas diseñadas genéticamente para cada labor. La gran mayoría de las razas actuales de perros provienen de Europa y Norteamérica, regiones del planeta con condiciones ambientales muy diferentes a las tropicales con las que contamos en la mayoría de nuestros países. Por lo anterior, y esto sucede para todas las especies, la mejor raza de perro es la que mejor se adapta a las condiciones de nuestra finca. Es por esta razón que quizás los mejores perros para fincas son los criollos o media sangre, particularmente aquellos que han nacido y se han criado en la región donde se ubica nuestra finca, porque ya han sobrellevado una adaptación a las condiciones medioambientales y ésta misma ha sido transmitida por sus padres.

Las razas criollas o puras con abundante pelo no son las más recomendables en climas tropicales, ya que podrían sufrir de estrés calórico y además ser presa fácil de garrapatas y otros ectoparásitos, lo cual conllevaría a enfermedades como erhlichiosis o enfermedad de Lyme que generalmente tienen un curso fatal. De igual forma, perros con poco pelo ni se adaptan ni prosperan en climas muy fríos. Cuando tengamos la necesidad de un perro para nuestras fincas, debemos pensar que aquel que escojamos debe contar con las condiciones físicas y de adaptación al medio ambiente más favorables, para de esta forma procurarles un buen estado de salud y una buena calidad de vida.

Una buena opción para hacerse a un buen perro de finca es acudir a una organización encargada de dar en adopción perros. A parte de que en estos sitios podemos conseguir el mejor perro de acuerdo a nuestras necesidades, contribuimos al control de la sobrepoblación canina, especialmente en nuestras grandes ciudades, y ofrecemos un ambiente de vida libre al perro que seleccionemos. Otro punto a favor, cuando optamos por esta opción, es que por lo general los perros que provienen de programas de adopción están esterilizados y vienen bajo un adecuado manejo veterinario y nutricional.

Por su actividad, exigencia física y tipo de vida al aire libre, los perros de finca requieren consideraciones y cuidado especial. Por ejemplo, su dieta debe tener importante aporte energético ya que son animales que pueden estar participando todo el día en faenas de ganadería o pastoreo. Otro aspecto a tener en cuenta es el control parasitario periódico y efectivo; un perro de finca toma agua de fuentes naturales (ríos, quebradas, lagos) que en la mayoría de las ocasiones favorece la transmisión de parásitos intestinales. Es de recordar además que los ectoparásitos deben también ser periódicamente controlados con el fin de disminuir la presentación de enfermedades dérmicas y parasitarias. Finalmente, nuestros perros deben estar con todas las vacunas al día, particularmente la antirrábica es de primordial importancia teniendo en cuenta un eventual contacto de especies transmisoras de la rabia con nuestros perros.

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