¿Por qué conservar ranas y sapos en nuestras fincas?
La disminución en las poblaciones de anfibios (salamandras, cecilias, tritones, ranas y sapos) a nivel mundial puede llegar a tener un impacto significativo y detrimental tanto en ecosistemas naturales como en las comunidades humanas.
Los anfibios son componentes integrales de muchos ecosistemas, frecuentemente constituyendo la mayor fracción de biomasa de vertebrados. Su principal función tiene particular importancia en selvas tropicales, pero también en fincas y sistemas agropecuarios ubicados en el trópico, donde tienen un papel tanto de depredador como de especies presa, de tal forma que su función es clave y determinante para la dinámica trófica. Es así como, la presencia de ranas en nuestras fincas garantizan un control de plagas nocivas para animales y humanos.
Otra función importante de los anfibios es su papel potencial como indicadores de salud y resiliencia ambiental. Teniendo en cuenta que los anfibios habitan tanto hábitats terrestres como acuáticos, y en consecuencia están expuestos a agentes altamente contaminantes y nocivos para la salud humana, animal y ambiental, la presencia de sapos en nuestras fincas puede interpretarse como indicadores de una baja contaminación ambiental. No se nos olvide además que los anfibios en su conjunto ofrecen la posibilidad de síntesis de bioproductos que pueden llegar a contribuir al bienestar humano.
Queda claro entonces la importancia de la conservación de anfibios en nuestras fincas, pero bueno y, ¿cómo podemos contribuir a conservar las ranas y sapos en nuestras fincas? Recordemos entonces la famosa premisa conservacionista: piensa global y actúa local. Para conservar los anfibios primero debemos prohibir su caza, no hay razón que justifique matar una rana o un sapo. Recordemos que muy pocos de ellos son venenosos y que si ingresan a los baños de nuestras fincas es para regular temperatura o en búsqueda de alimento. Adicionalmente, debemos evitar a toda costa la contaminación de fuentes de agua en nuestras fincas, y esto es no sólo para la conservación de los anfibios, sino para la conservación de todas las especies y beneficios de nosotros mismos. La propuesta es evitar el vertimento de agentes contaminantes en las fuentes de agua, usar productos biodegradables, instalar un pozo séptico en nuestras fincas, prevenir y controlar incendios y hacer una correcta disposición de residuos. Por último, en la medida de las posibilidades, implementemos en nuestras fincas una cultura orgánica, no siempre fumigar con agroquímicos es la solución al control de plagas.
En la medida en que contribuyamos a la conservación de la naturaleza en nuestras fincas, vamos a garantizar la productividad de las mismas y el bienestar de las futuras generaciones.
Fuente: Gardner, T. 2001. Declining amphibian populations: a global phenomenon in conservation biology. Animal Biodiversity and Conservation 24(2)
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Gracias por la infotmacion tan completa