¿Por qué los perros se revuelcan en excretas y despojos?
Hay comportamientos de los perros que parecen inexplicables. Pero la naturaleza es sabia, todo tiene un sentido. Como cuando un perro se revuelca en sus excretas.
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Con seguridad a más de un orgulloso propietario de un perro le habrá pasado. En especial cuando uno lleva el perro a la finca. Verlo disfrutar libremente, corriendo por la amplitud de la finca. Ladrándole a los otros animales. Explorando a su antojo. Nuevos olores y sabores. Es un momento maravilloso.Hasta que nuestro perro llega con el lomo impregnado de excretas, estiércol e incluso, con restos de despojos animales a cuestas.
Surgen entonces dos preguntas: ¿por qué lo hace? y ¿qué debo hacer? La primera pregunta se resuelve a partir del conocimiento de la biología de nuestro perro. Recordemos que el perro es ante todo un animal cazador que además pertenece a un grupo socialmente cohesionado (que en nuestro caso somos nosotros, sus propietarios) en el que constantemente se desafían jerarquías.
De tal forma que éste siempre estará buscando afianzar su estatus dentro del grupo y una forma de hacerlo es llegar oliendo a excretas o despojos de otro animal. Al exhibir este tipo de comportamiento, lo que nuestro perro quiere demostrar es que viene de una faena, de una caza, de una batalla, para de esta forma mantener su estatus dentro de la manada.
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Este comportamiento es más usual en machos. Recordemos que los machos son más territoriales que las hembras y presentan una mayor tendencia a ejercer dominancia sobre los otros miembros de su grupo.
Ante esta situación lo primero que no se debe hacer es castigar al perro. Simple y sencillamente porque éste no va a entender cuál es la razón de su castigo. Eso sí, si logramos «pillar» a nuestro perro justo en el momento en que se está restregando en el despojo o la excreta, si es aconsejable reprenderlo.
Una sugerencia es revisar previamente el lugar donde va a estar libre nuestro perro. De ser posible debemos limpiarlo de cualquier elemento que le puede llevar a comportarse de la forma indeseada por nosotros. Pero en caso de que esto sea imposible, por ejemplo cuando vamos a una finca ganadera extensa, la recomendación es relajarse, disfrutar de la finca, y al final de la jornada ponerse unos guantes de caucho y darle a nuestro perro un vigoroso baño con abundante agua y jabón.
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