Sostenibilidad de la quinua en entredicho
Hasta antes de la declaratoria del Año Internacional de la Quinua, las zonas tradicionales de producción de la quinua estaban concentradas en el altiplano y los valles interandinos del Perú bajo sistemas de producción también predominantemente tradicionales. Estos sistemas de producción tradicionales se caracterizan por el uso de mano de obra familiar, herramientas tradicionales, con nula o escasa dependencia de insumos externos, en asociación espacial y temporal con otros cultivos de pan coger para asegurar una canasta alimenticia diversificada.
Actualmente, en el Perú la quinua se cultiva desde el nivel del mar hasta los 4.000 m s.n.m., en cuatro zonas agroecológicas: altiplano, valles interandinos, yunga marítima y costa. Además, la tecnología usada en su cultivo es variable, desde sistemas tradicionales hasta métodos altamente tecnificados. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura y Riego sostienen que, en el Perú, la producción de quinua a nivel nacional se incrementó significativamente de 35.195 toneladas en el 2005 a 105.665 toneladas en el 2014.
El incremento de la superficie cultivada de quinua en el Perú ha modificado el escenario socioeconómico y ambiental en el altiplano y zona altoandina del país. En pocos años los sistemas de producción pasaron de constituir una agricultura de autoconsumo o producción familiar, de subsistencia diversificada, a sistemas de monocultivo con alta dependencia de insumos externos.
Aun cuando actualmente el 40 % de la producción se produce para el mercado orgánico, la intensificación del cultivo ha modificado el cultivo tradicional que tenía a la papa Solanum tuberosum L. (Solanaceae) como cultivo de cabecera, seguido de otros tubérculos como la oca Oxalis tuberosa Molina (Oxalidaceae), olluco Ullucus tuberosus Caldas (Basellaceae), granos andinos como el tarwi Lupinus mutabilis Sweet (Fabaceae).
Por lo anterior investigadores de la Universidad Agraria La Molina buscaron analizar los impactos ocasionados por la intensificación del cultivo de quinua en la dimensión ambiental en los valles interandinos de Ayacucho, Perú. Para conocer el nivel de sostenibilidad, la forma más adecuada de medir los impactos generados por la intensificación del cultivo es a través de indicadores económicos, sociales y ambientales. En esta investigación se utilizaron los indicadores de conservación de la vida del suelo, riesgo de erosión y manejo de la biodiversidad, así como nueve subindicadores que han servido, en otros estudios, para encontrar el valor del indicador ambiental.
Esta investigación concluyó que los sistemas de producción de quinua, bajo los modelos predominantes de producción orgánica, mixta y convencional, no son sostenibles, debido a que el indicador ambiental no alcanzó el umbral mínimo de sostenibilidad esperado. El indicador riesgo de erosión resultó ser el único en superar el umbral mínimo de sostenibilidad, favorecido por las prácticas de rotación de suelos principalmente con especies de leguminosas que incorporan nitrógeno a los suelos, así como por la incorporación de materia orgánica como resultado de las prácticas tradicionales, y porque los modelos predominantes como la producción de quinua orgánica obligan al uso de abonos orgánicos. Otro factor favorable hallado resultó en el subindicador pendiente predominante, porque —en opinión de los productores— la erosión es menor debido a la pendiente moderada de sus tierras. Los subindicadores que presentan valores menores al umbral mínimo fueron la preparación de terrenos por la intensificación del uso de maquinaria agrícola y la diversificación de cultivos por el desplazamiento de sistemas tradicionales de producción y variedades nativas de quinua.
Fuente: Pinedo-Taco, R., Gómez-Pando, L., & Julca-Otiniano, A. (2020). Sostenibilidad ambiental de la producción de quinua (Chenopodium quinoa Willd.) en los valles interandinos del Perú. Ciencia y Tecnología Agropecuaria, 21(3), e1309. https://doi.org/10.21930/rcta.vol21_num3_art:1309
Fotografía: Fotonewslatam