Terrier chileno
Existen antecedentes de su presencia en Chile en la época de la Colonia, con la llegada de inmigrantes europeos trayendo consigo ejemplares de raza Fox Terrier Pelo Liso (raza inglesa) y Perros Bodegueros Andaluces, cazadores de zorros, pero también eximios exterminadores de ratas y pequeños roedores.
En Chile, estos “terriers” europeos cruzados con perros autóctonos dan vida, al Terrier Chileno actual, tenaz cazador de ratones, de talla pequeña, pelo corto y limpio.
De sus antepasados ingleses heredó el temperamento inquieto y ladrador, mientras que de los perros locales calcó el equilibrio, la valentía, lealtad y espíritu de guardia.
Compañero infatigable, durante los siglos XVIII y XIX, la raza se desarrolló en los “fundos” del centro- sur de nuestro país, aclimatándose fácilmente a una vida rústica, muchas veces de “caballeriza”. Es así que, tanto campesinos como latifundistas tuvieron ocasión de compartir con este pequeño “gran” perro, por lo que nunca durante ese período de nuestra historia se le identificó con una clase o casta social determinada.
A fines del siglo XIX y la Revolución Industrial muchos campesinos emigran a las ciudades, llevando consigo sus familias y sus Terriers Chilenos. Rápidamente logra adaptarse a la vida “urbana”, siendo utilizado en las nuevas industrias y en los nuevos asentamientos humanos para el exterminio de ratas. Debido a este último factor, es que a los Terrier Chilenos se les identificó durante casi todo el siglo pasado con la clase obrera- proletaria, elemento que jugó en su contra frente a quienes comenzaban a dar los primeros pasos para establecer la actividad cinófila en Chile, en su mayoría inmigrantes y miembros de la burguesía de la época, quienes se interesaron más en la internación y desarrollo de razas extranjeras que en lograr el reconocimiento del Terrier Chileno.
A pesar de esto el Terrier Chileno continuó estando presente en los hogares chilenos de la clase media, popularizándose aún más, a través de la tira cómica Condorito y su siempre fiel “Washington”.
Altura a la cruz: machos de 32 a 38 cm, ideal 35 cm; hembras, de 28 a 35 cm,
Peso: Machos: de 5 a 8 k. Peso ideal: 6,5 kilos ; Hembras: de 4 a 7 k.
El color predominante es el blanco, el que cubre la totalidad del cuerpo incluyendo cuello y cola, exceptuando la cabeza y las orejas. Esa zona presenta coloración negra y fuego, marrón y fuego o azul y fuego, estando el color fuego distribuido simétricamente sobre los ojos, ambas mejillas y en el interior de las orejas. Existe también una variedad bicolor algo más escasa que presenta coloración únicamente negra o fuego, siempre limitada a la cabeza y orejas.