Toxoplasmosis
Mucho se ha hablado de la toxoplasmosis, y por culpa de esta enfermedad parasitaria casi que se ha satanizado a los gatos. Si bien se trata de una enfermedad zoonótica de distribución mundial, la enfermedad clínica ocurre en forma esporádica y es de baja incidencia. Por lo general los brotes en la población humana obedecen a ingestión de carne cruda o poco cocida, leche cruda de cabra o exposición a heces de gatos.
Para prevenir esta enfermedad, es necesario conocer el ciclo de vida del parásito y su forma de transmisión. La toxoplasmosis es causada por el Toxoplasma gondii, un protozoario del orden Coccidia cuyos huéspedes definitivos son el gato doméstico y varias especies de félidos silvestres. Los gatos y demás huéspedes definitivos se contagian al consumir carne de animales domésticos con quistes tisulares (bradizoitos) de T. gondii, consumir ratones y demás roedores infectados (huéspedes intermediarios) o por contacto directo con heces contaminadas por ooquistes de T. gondii. Las excretas de gatos infectados transmiten la enfermedad al entrar en contacto con los diferentes huéspedes intermediarios (humanos y otros animales).
Partiendo de la base que por lo general los gatos de fincas cazan presas silvestres con alguna regularidad y que este comportamiento depredador facilita la infección con T. gondii, resulta importante hacer una correcta y adecuada disposición de las excretas de los gatos. El sitio donde nuestros gatos defequen debe ser alejado del área de preparación de alimentos, de los cuerpos de agua y de las zonas de pastoreo de los animales. Adicionalmente, las excretas de los gatos se deben cubrir con tierra para evitar que las moscas contribuyan con la eventual transmisión de ooquistes. Para disminuir la frecuencia de caza de nuestros gatos, debemos suministrar el alimento necesario en cantidad y calidad suficiente. Si la razón de tener gatos en nuestras fincas obedece a controlar la presencia de roedores en casas y bodegas, procuremos que éstos no deambulen sino que permanezcan donde tienen que estar (una opción es castrarlos o esterilizarlas). Es importante además considerar que el número de gatos que tengamos en nuestras fincas debe corresponder a aquel que podamos mantener en buenas condiciones, tener un número exagerado de gatos es una irresponsabilidad desde un punto ético, ambiental y epidemiológico.
Una medida importante para prevenir la toxoplasmosis es consumir únicamente carne bien cocida, no tiene sentido exponernos a adquirir una enfermedad que puede tener lamentables consecuencias. Si nos gusta hacer caminatas por nuestra finca nunca tomemos agua de arroyos (por más clara y pura que parezca), ya que ésta puede estar contaminada por T. gondii o por otros agentes infecciosos al haber entrado en contacto con excretas de gatos o felinos silvestres. Únicamente consumamos agua tratada y potabilizada, no tiene sentido exponernos.