Zoonosis, un problema mundial
Las zoonosis inciden directamente en el sector agropecuario y en la salud pública, y se constituyen en una seria limitante a la exportación de productos de origen animal y al comercio internacional; comprometen seriamente la seguridad alimentaria y causan cada año un alto impacto socioeconómico en naciones agroexportadoras como son la mayoría de países latinoamericanos.
El término zoonosis, fue creado por Virchow en el siglo XIX a partir de dos palabras griegas zoon: animal y nosos: enfermedad, si bien etimológicamente se traduciría como «enfermedad de los animales». Las zoonosis son enfermedades que se transmiten en forma natural entre humanos y animales domésticos o silvestres. Actualmente se han descrito más de 150 zoonosis que afectan a la población humana y muchas se presentan en todo el mundo.
En el siglo pasado y en el presente, las zoonosis se han convertido en un problema de importancia mundial, a pesar de que gran parte de la morbilidad y mortalidad se concentran en los países en desarrollo y pobres. Aunque en muchos países se ha logrado controlar algunas de las zoonosis, en el panorama mundial de salud pública la importancia de las zoonosis se debe a su persistencia, carácter emergente y reemergente.
El 60% de las enfermedades emergentes que afectan al ser humano son zoonosis; la mayoría (cerca del 75%) tienen su origen en la fauna silvestre. Muchas de estas patologías son comunes en los animales domésticos de carácter productivo, debido a las múltiples interrelaciones existentes y la habilidad de muchos microorganismos de mutar para colonizar nuevos hospederos. Los ciclos de transmisión de estas enfermedades involucran por lo menos a una especie animal doméstica o silvestre; y su importancia depende de diversos factores biológicos y/o ecológicos.
Los agentes patógenos pueden circular entre una o muchas especies de hospederos silvestres (es decir, la circulación zoonótica); ocasionalmente pueden «saltar» la barrera de especie e infectar a los seres humanos, y en un subconjunto de estos casos, pasar a manifestarse como enfermedad transmisible entre los seres humanos. Los cambios ambientales, incluyendo los cambios en el clima, las características del paisaje, y las comunidades de huéspedes y vectores zoonóticos, están implicados como factores potenciales en la iniciación de tales saltos. También influyen otros fenómenos actuales como el movimiento cada vez más intenso de diversas especies animales (el comercio ilegal de especies silvestres), los desequilibrios ecológicos o el bioterrorismo.