Los sistemas de producción animales pueden ser en confinamiento o al aire libre. Ambos sistemas ofrecen ventajas y desventajas y los animales mantenidos en cualquiera de estos sistemas productivos pueden ser tratados mal o bien.
Compra el libro “Entre animales” y aprende más.
Un sistema en confinamiento puede tener los grupos animales y las unidades de cría limpias y levante limpias, los cerdos alimentados con dietas nutritivas y balanceadas. Pero también pueden ser porquerizas sucias, oscuras, cargados de amonio y llena de cerdos enfermos. De igual forma, un sistema al aire libre puede ser en verdes pasturas, espaciosos campo y sol resplandeciente. Pero también puede darse bajo frío, nieve, lluvia, barro, calor y clima extremo. Los cerdos que están al aire libre se exponen más a parásitos internos y externos.
Pero en el momento de comparar óptimos sistemas de cada tipo, la percepción del público es mejor con los sistemas al aire libre que bajo confinamiento. Si bien los cerdos que se mantienen al aire libre tienen unas fibras musculares diferenciales, el sabor y la textura de la carne no es diferencial al compararse con la proveniente de explotaciones confinadas.
Muchos estudios han comparado el bienestar animal de cerdos bajo los dos sistemas de producción. Los niveles de hormonas que evidencian estrés, la salud y la mortalidad, parecieran no diferir entre sistemas de confinamiento y al aire libre. Si bien es cierto que los cerdos mantenidos al aire libre requieren más antiparasitarios y las enfermedades entéricas pueden afectarlos seriamente, enfermedades infecciosas respiratorias y entéricas pueden ser fácilmente transmisibles en cerdos bajo sistemas de confinamiento. De ahí que se piense que los desafíos sanitarios son iguales en ambos casos.
Existen unos aspectos relacionados con el bienestar animal en ambos sistemas de producción. Por ejemplo, un piso en concreto puede lastimar las patas de los animales en sistemas de confinamiento. Pero, por otro lado, los cerdos mantenidos al aire libre requieren corte periódico de pezuñas para evitar laminitis. De igual forma, se puede dar el caso que los cerdos al aire libre consuman plantas tóxicas u objetos que puedan lastimar su tracto gastrointestinal. Aunque, claramente este último sistema de producción puede permitir que los cerdos hocen exhibiendo un comportamiento natural. En este aspecto, el sistema bajo confinamiento es desventajoso pues por tratarse de espacios más reducidos puede incrementarse la agresividad entre los animales.
Se cree que los impactos ambientales son iguales tanto para los sistemas en confinamiento como para los que son al aire libre. Este es un aspecto relevante en el
manejo que se le dan a las excretas en la producción, ya que bajo confinamiento se puede utilizar para abonar terrenos agrícolas de la misma forma que lo hacen los cerdos que permanecen al aire libre. En todo caso, los gases que contribuyen al efecto invernadero se liberan cuando las excretas son acumuladas en un biodigestor o colector que cuando los cerdos las desperdigan directamente sobre la tierra. Pero en confinamiento se le puede dar un tratamiento a esas excretas para disminuir el impacto ambiental deletéreo y con el uso de un biodigestor se puede generar
energía para consumo local.
La productividad en ambos casos está determinado por la escala de la producción. Es bien sabido que las grandes explotaciones tienen menores costos por animal que las granjas pequeñas. De tal forma que si un sistema al aire libre se diseña con la misma capacidad de un sistema en confinamiento, los costos serán similares.
La salud y seguridad de los operarios resulta ser más desafiante en el caso del sistema al aire libre ya que hay mayor probabilidad de sufrir un herida o lesión. Pero la transmisión de enfermedad infecciosas zoonóticas será más riesgosa en sistemas de producción de confinamiento.
Para el caso de los cerdos, las enfermedades zoonóticas se pueden dividir en dos categorías: aquellas que se pueden encontrar en la comida y aquellas que pueden infectar personas que tienen contacto con los cerdos. En el cerdo las bacterias más comunes son
Salmonella,
E. coli,
Listeria,
Campylobacter y otras especies que comparten humanos y cerdos. La Salmonella es la más frecuente y puede encontrarse en ambos sistemas de producción.
En condiciones al aire libre puede darse el caso de la transmisión de Influenza a los cerdos a partir de aves silvestres, razón que ha llevado al cierre de algunas explotaciones al aire libre en determinados sectores donde se ha reportado este tipo de transmisión.
La percepción por parte de la comunidad de ambos sistemas de producción será similar desde el punto de vista de generación de puestos de empleo directo e indirecto en la región. Pero si la explotación genera olores indeseables, este será más probablemente el caso de los sistemas de confinamiento. Otra es la historia si se analiza la percepción que puede llegar a tener la comunidad sobre el
bienestar animal de los animales en ambos tipos de explotación, pues a pesar que, como se mencionó anteriormente, en ambos casos los indicadores de bienestar animal pueden ser similares bajo un óptimo manejo, en los últimos años el activismo del
bienestar animal ha promovido en el público la idea de que el confinamiento viola las libertades contempladas en el marco del bienestar animal.
Se concluye entonces que ambas sistemas de producción porcina tienen pros y contras, pero su
sostenibilidad en términos económicos, sociales, ambientales y de bienestar animal dependen más de la gestión del porcicultor que del sistema en sí.
McGlone, J.J. The Future of Pork Production in the World: Towards Sustainable, Welfare-Positive Systems. Animals 2013, 3, 401-415. https://doi.org/10.3390/ani3020401