Manejo de la broca
Las investigaciones del Centro Nacional de Investigación de Café (Cenicafé) han demostrado que la broca se multiplica en función de la temperatura y la altitud. En zonas cafeteras con temperaturas medias superiores a 21°C, la broca se reproduce con mayor rapidez, mientras que el desarrollo del insecto es menor en sitios por encima de los 1.600 msnm con temperaturas medias inferiores a los 20° C.
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En zonas ubicadas a 1.218 msnm y una temperatura de 22,5°C, la broca puede atacar hasta 959 granos de café a partir de un solo fruto brocado en el suelo, mientras que en zonas ubicadas a 1.700 msnm y una temperatura de 19,8°C, solo ataca 29 granos.
Desde la Gerencia Técnica de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) y a través de su Servicio de Extensión, se reitera a los caficultores que la mejor manera de controlar la broca es recolectar con frecuencia para evitar que se multiplique.
“Lo que hay que hacer, primero, es no permitir que en los cafetales queden frutos maduros, sobremaduros o secos, pues se van a convertir en albergue para la broca y se va a multiplicar intensamente en su interior para ataques futuros. En segundo lugar, hay que evitar al máximo la caída de frutos al suelo. La broca sobrevive en estos frutos por más de 150 días”, subraya Hernando Duque, Gerente Técnico de la FNC.
Y en tercer lugar, debe recordarse que en un pase de cosecha cerca de 80% de la broca llega al beneficiadero y está presente en las pasillas, por tanto, cuando un caficultor beneficie el café debe asegurarse de que las pasillas se “solaricen”, es decir, se lleven a un recipiente oscuro y cerrado, cubierto con plástico y expuesto al sol para elevar la temperatura y que la broca se muera. Si la pasilla no se solariza, gran parte de esa broca vuelve al cafetal y el problema persiste, causando dificultades al productor.