Sábila, Aloe Vera o «Planta Milagrosa»

Proveniente de Africa, e introducida al continente americano por los españoles durante la conquista, esta planta perteneciente a la familia de las liliáceas (la misma a la que pertenecen la cebolla y el ajo) contiene diversas propiedades, tan benéficas, que la hacen infaltable en el jardín de un verdadero finkero.

Además de ser empleada en el cuidado de la piel, el cabello, y en el tratamiento de múltiples enfermedades, también se le atribuyen usos esotéricos. En muchas regiones de Latinoamérica su raíz es colgada detrás de las puertas para seguridad y protección, creyéndose a su vez que al tenerla como planta ornamental, absorbe las malas energías y radiaciones de aparatos electrónicos y electrodomésticos.

La Sábila o Aloe Vera (nombre botánico) es una planta semi-tropical que más parece una planta del desierto. Dentro de las 250 especies conocidas que crecen en regiones secas de Africa, Asia, Europa y América, la Aloe barbadensis Miller es la más aprovechada por sus propiedades para la industria cosmetológica y alimenticia. Dentro de esos grandes beneficios destacamos los siguientes:

Si es tomada en forma de jugo (uso interno)…

• Mejora la circulación sanguínea
• Regula la presión arterial
• Promueve la curación de los huesos y las articulaciones
• Fortalece el sistema inmunológico
• Ayuda a la defensa del cuerpo contra las bacterias
• Cura daño a los tejidos internos
• Ayuda a la eliminación de la tos (mezclado con miel de abejas)
• Promueve la curación de las úlceras
• Mejora e incluso elimina el estreñimiento
• Regula la cantidad de azúcar en la sangre
• Reduce la picazón en la psoriasis ayudando a la piel a sanar

Con beber de dos a cuatro onzas al día es suficiente, lo que inicialmente ayudará a la digestión, así como a la desintoxicación del cuerpo y limpieza del colon; es importante aclarar que se deben extraer los cristales de manera correcta para aprovechar todas las propiedades de la planta.

Si se aplica sobre la piel (uso externo)…

• Humecta e hidrata la piel
• Penetra con facilidad en la epidermis, dermis e hipodermis
• Ayuda a la eliminación de manchas en la piel
• Expulsa las bacterias y los depósitos de grasa que obstruyen los poros
• Estimula la reproducción de nuevas células a través de sus nutrientes naturales, vitaminas, aminoácidos y enzimas
• Disminuye la inflamación (propiedad anti-inflamatoria)
• Recupera la piel de quemaduras (incluyendo la quemadura por radiación solar)
• Astringente natural
• Desinfecta y cicatriza (heridas, raspaduras, etc.)
• Tonifica
• Ayuda en la solución de problemas capilares como caspa y calvicie

Además de estos beneficios, son muchos otros los que se pueden atribuir a la Sábila a partir de sus componentes activos, que son utilizados por grandes compañías en la elaboración de diferentes productos.

Los especialistas señalan que las personas pueden usar la Sábila al mismo tiempo que siguen tratamientos médicos, pero nunca deben sustituirlos. En caso de querer complementarlo, debe consultarlo con su médico para evitar cualquier efecto sobre el mismo.

Para extraer los cristales:

Con el filo de un cuchillo, retiramos los bordes de la hoja que contienen las espinas o tunas, corte que se puede hacer 2 cm hacia dentro y así facilitar el retiro de la corteza. Es importante actuar con rapidez, ya que el contacto de los cristales de la Sábila con el aire, hace que se deterioren rápidamente y pierdan sus propiedades (4 horas aprox.).  Posteriormente, utilizando el lomo del cuchillo, retiramos la corteza y desprendemos la cáscara sin ejercer demasiada presión. Es recomendable dejar una capa de cristales de uno o dos milímetros de espesor adherido a la corteza para asegurarnos de no arañarla y así obtener nuestro filete de cristales de Sábila. Una vez obtenido este filete, ya tenemos la materia prima para preparar diferentes recetas dependiendo de su necesidad.

Para cultivarla:

Se puede cultivar en muchas de regiones de Latinoamérica, teniendo en cuenta que no requiere de mucho abono para su normal desarrollo, no debe estar a temperaturas por debajo de 0ºC y no debe tener exceso de agua. La planta se siembra por el sistema de hijuelo o piececito. Los hijuelos son todas esas plántulas que aparecen alrededor de la planta, sujetas a la raíz, que se dejan desarrollar hasta completar 12 hojas y luego se trasplantan. Si la planta desarrolla una cantidad exagerada de hijuelos (más de 30), éstos deben ser retirados para no causarle estrés a la planta base; además, no se debe regar durante las dos primeras semanas después de su trasplante. En caso de realizar un cultivo mayor en la finca, los hijuelos deben ser sembrados a una distancia de 0,50cm a 0,70cm entre sí, para lo que recomendamos asesorarse de técnicos que lo guíen para sacar el mayor rendimiento del cultivo. Ya para el caso de sembrarse en una maceta, es recomendable que sea de barro, amplia, y posicionarla en donde la planta reciba el sol por un par de horas al día.

El beneficio de la sábila es incalculable. Desde los chinos quienes fueron los primeros en utilizarla, al antiguo Egipto en donde Cleopatra lo utilizaba como bálsamo para su cuerpo y rostro, pasando por Alejandro Magno, quien en una de sus expediciones conquistó la isla Socotora al sur de Arabia porque allí se encontraba gran cantidad de Sábila que le ayudaría con la curación de heridas y enfermedades para sus soldados, la Sábila es una planta esencial para tener en nuestras fincas y contribuir con la buena salud de todos los finkeros.

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