Proteína y agresión en perros
Expertos en nutrición y comportamiento canino aseguran que una dieta elevada en proteínas podría afectar el comportamiento en perros.
Perros alimentados con comida comercial con un alto porcentaje de proteínas pueden sufrir de ansiedad, agresión, inquietud, sueño inestable y depresión. Un exceso de proteína en la dieta puede exacerbar previos problemas mentales y del sistema nervioso tales como desórdenes de estrés postraumático.
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Se ha identificado que la falta de serotonina (neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo) en el cerebro estaría generando este efecto. La producción de serotonina depende en gran medida en el aminoácido triptófano presente en el pescado, los huevos y el pollo. Desafortunadamente, en una dieta con altos niveles de proteína, el triptófano debe competir con otros aminoácidos presentes en la proteína. Esta competencia resulta en bajos niveles de triptófano, lo que genera que se dificulte la producción de serotonina y una consecuente inestabilidad en el comportamiento. Si bien la mayoría de perros se muestran estables y felices con una dieta rica en proteínas, algunos perros pueden experimentar una insuficiente producción de serotonina.
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El contenido promedio de proteína en alimento de mantenimiento comercial para perros adultos es del 25%, a pesar de que el requerimiento promedio de proteína para un perro adulto es de alrededor del 18%. Eso sí, un perro de trabajo requiere cerca de un 25% y un perro de trineo el 35%. De tal forma que evidentemente las dietas disponibles para perros tienen un exceso de proteína.
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Desafortunadamente los productores de alimento para perro persiguen su utilidad. Existen grandes diferencias en la calidad de las diferentes fuentes de proteína utilizadas para la elaboración de este tipo de alimento, las cuales muchas veces son de difícil metabolismo para los perros. En efecto, en muchos alimentos comerciales para perro, cualquier proteína de origen animal por lo general es de baja calidad. Esto a pesar de que últimamente el mercado ofreces concentrados a base de carne de cordero y salmón, entre otros.
La mayoría de concentrados de alta calidad, cuya proteína es de fácil absorción, tienden a ser costos y a ofrecer altos niveles de proteína. En contraposición, los concentrados económicos son elaborados con ingredientes de baja calidad.
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Ante este escenario, una alternativa para un perro promedio, que hace ejercicio regularmente y está en edad adulta, es ofrecerle concentrado con un 23% de proteína elaborado con carne de pollo y suplementar con carne de pollo y huevos (por ser estos alimentos ricos en triptófano) y vitaminas del complejo B (necesarias para la conversión de triptófano y para soportar la función nerviosa).
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En casos de estrés postraumático, en los que bajan los niveles de serotonina de una manera drástica, y en aquellas situaciones en los que un perro puede experimentar ansiedad hasta el punto de presentar piel seca y escamosa, una buena alternativa es adicionar aceite de pescado al alimento como fuente innegable de triptófano.
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Es de anotar que la alimentación con dietas bajas en proteína puede afectar el crecimiento en perros jóvenes y comprometer su sistema inmune. De tal forma que disminuir drásticamente el aporte protéico en perros para manejar problemas de agresividad y ansiedad puede causar otros problemas.
