La importancia de lo ambientalmente amigable.
El pensamiento consciente del ser humano, sumado a una inteligencia capaz de crear más y mejores cosas cada día, lo han llevado a inventar y desarrollar una serie de bienes y servicios en aras de tener una mejor calidad de vida. Hoy en día podemos conseguir cuanto productos queramos, como vestuario, electrodomésticos, vehículos, y demás. Esta sociedad de consumo hace que muchas veces se pierda la noción de lo que se tiene y compremos cosas que realmente no necesitamos, agotando así día a día todo nuestro planeta.
En los siglos XVIII y XIX, artesanos como LOUIS VUITTON, HERMES y CARTIER surgieron para satisfacer a aquellos compradores que querían productos de gran tradición y calidad, teniendo en mente que debían durar toda la vida y pasar de generación en generación. Poco a poco estas marcas, anteriormente locales y que hoy conservan el nombre de sus fundadores, pasaron de producir piezas casi que únicas y hechas a mano, a cadenas de producción para lograr satisfacer la demanda; además, surgieron otras marcas, no tan exclusivas, que han democratizado el alcance a este tipo de bienes y servicios. Este es apenas un pequeño ejemplo de cómo el hombre ha incrementado el uso intensivo de los recursos.
Ahora bien, marcas como las descritas anteriormente han adoptado o han empezado a adoptar tecnologías más limpias, y, entre los consumidores, se está creando la conciencia de cuidar, conservar y garantizar a futuro nuestros recursos naturales. Es precisamente esta conciencia la que debemos difundir para que, en lo posible, los productos que se consuman sean ambientalmente amigables. Muchas veces tendemos a pensar que ser amigable ambientalmente se limita a dejar de talar un árbol, o ayudar a mantener limpios los ríos; el término ambientalmente amigable va más allá, es una cultura que propende por el uso de productos, bienes y servicios que no generen un impacto negativo frente al medio ambiente y un uso racional de los mismos (no comprar en exceso y evitar el desperdicio).
Los productos verdes son cada vez más frecuentes, y en ocasiones hay personas que se atreven a pagar un poco más por productos orgánicos, productos de material reciclado y, en general, productos que son amigables ambientalmente. Como finkeros tenemos una oportunidad valiosísima de generar, fortalecer e impulsar esta cultura a través de nuestros productos, destacándolos cuando son orgánicos para ir retornando a lo tradicional y natural. Es aquí donde aparece la premisa que «más, no siempre es mejor», pues una producción orgánica y natural sustituye algunas veces calidad por cantidad.
Términos como desarrollo sostenible, ecoturismo, productos verdes, reciclaje, energías limpias, bonos de carbono, energía solar, productos biodegradables, entre muchos otros, son cada vez más frecuentes, y como finkeros responsables, debemos estar familiarizados con ellos. Nuestras fincas, nuestra producción, la disposición final de residuos y prácticas empresariales deben ir a la vanguardia de la sociedad, pues somos nosotros quienes estamos en mayor contacto con la naturaleza y quienes definimos el valor y futuro de nuestra tierra.
En nuestras manos está el futuro de nuestros hijos y de toda nuestra sociedad!
Finkeros.com, el portal de las fincas.
es muy útil y informativo
es muy útil e informativo