Ensilaje con melaza
El uso de melaza en el campo zootécnico no está limitado a su directa administración a los animales. De hecho, gracias a sus propiedades químicas y fermentativas, la melaza puede usarse en ensilaje. Precisamente, su alta contenido de azúcares solubles permite una disminución del pH, al inhibir la fermentación butírica y proteolítica y promover la fermentación láctica.
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Algunas legumbres forrajeras, como la alfalfa, el trébol y el pasto, a parte de tener bajos niveles de azúcares, tienen una alta capacidad buffer o de amortiguación. Esto representa un obstáculo considerable para obtener, a partir de este forraje, un ensilaje de buena calidad. Bajo este escenario, cuando el porcentaje de forraje alcanza un alto nivel (70-80%), la adición de melaza al ensilaje es muy útil.
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El beneficio económico de incorporar melaza durante el ensilaje debe ser considerado en paralelo con el mejoramiento de las propiedades organolépticas y nutricionales del producto final. Aunado a esto, adicionar entre un 5-10% de melaza a un ensilaje, ayuda a compactar la mezcla, lo cual se refleja en un mejor aprovechamiento del producto.
