Ayrshire
Dentro de las razas de leche, la Ayrshire es una de las que aportan rusticidad, buena producción lechera y longevidad. Estas son algunas de las fortalezas de esta raza escocesa que lleva casi 300 años al servicio de la ganaderías lecheras del planeta.
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Historia
La raza Ayrshire se originó en el condado de Ayr en Escocia en el siglo XVII. Este condado está dividido en tres distritos: Cunningham (norte), Kyle (centro) y Carrick (sur). Durante su desarrollo a esta raza se le conoció primero como la raza Dunlop, luego la Cunningham y finalmente la Ayrshire.
Se desconoce la manera como se dieron los cruces para lograr al estándar de la raza actual. Sin embargo, hay evidecia de que varias razas vacunas participaron en el establecimiento de la raza. En el libro «Agriculture, Ancient and Modern», publicado en 1866, Samual Copland describe al ganado nativo de la región como «pequeño, enfermizo y poco lechero». Antes de 1800 la mayoría del ganado Ayrshire era negro, aunque para 1775 empezaron a aparecer animales marrones y pintados.
Probablemente el mejoramiento del ganado nativo empezo alrededor de 1750, cuando se inicio el cruzamiento con otras razas. La principal sangre utilizada para tal fin fue la Teeswater, que posteriormente contribuyó en la formación del Shorthorn en Inglaterra.
La mayoría de la reproducción con Teeswater fue con ganado holandés y alemán que iría a conformar también la genética de la raza Holstein. De igual forma, anmales de las tierras altas de Escocia mejoraron genéticamente el Shorthorn que influenciaría de forma directa al Ayrshire. Existe también evidencia considerable de que el ganado de las islas del Canal fueron usadas para mejorar el pie de cría del ganado del condado de Ayr.
De tal forma que en el establecimiento de la raza Ayrshire contribuyeron varias razas bovinas y fue fundamental la visión que tuvieron los ganaderos escoceses para obtener ganado con mejor desempeño productivo.
Como es apenas lógico, el ganado Ayrshire fue diseñado genéticamente para adaptarse a las tierras y al clima del condado de Ayr. Las vacas de la raza son eficientes productores de leche, que se caracterizan por la calidad en la inserción de sus ubres y la composición de su leche, la cual es ideal para la producción de mantequilla y queso.
Características de la raza
Los Ayrshires son rojos y blancos. Actualmente, el color rojo varía en su intensidad: desde muy claro hasta muy oscuro. En efecto, en algunos toros de la raza el rojo es tan intenso que, al contraste con el blanco, puede parecer negro.
Sin embargo, y a pesar de estas apreciaciones fenotípicas, no existe ninguna discriminación o restricciones en los patrones del color de los Ayrshires: el color puede ir desde el casi completamente rojo a casi blanco en su totalidad. Las manchas pueden ser intensas en los bordes y generalmente pequeñas y escasas en el resto del cuerpo del animal.
Usualmente las manchas son distintivas con una clara diferenciación entre los pelos rojos y blancos. Algunos Ayrshires exhiben incluso cierto patron de pigmentación rojiza cubierta por pelos blancos. Hace algunos años se podían apreciar algunos animales con coloración entremezclado o roanos, pero esa característica esta ausente en los ejemplares de la actualidad.
Por muchos años, los cuernos de los Ayrshire eran elementos de distinción de la raza, hasta el punto que podían alcanzar más de un pie de longitud. Pero como bien es sabido, por razones estrictas de manejo, la mayoría de Ayrshires son descornados desde temprana edad.
Este ganado es de tamaño medio y puede llegar a pesar a la edad adulta más de 600 kg. Son animales fuertes y rústicos que se adaptan a cualquier sistema de manejo, desde intensivos hasta extensivos. Pocas son las razas que se pueden desempeñar tan eficientemente en condiciones adversas de alimentación y de clima. Lo anterior es quizás producto de la topografía agreste de tierra natal.
Uno de sus puntos más favorables es la conformación de su ubre, que no genera problemas en sus miembros posteriores, se encuentra bien irrigada y cuenta con un ligamento mamario bien insertado.
Otras características que esa esta raza atractiva para la ganadería de leche, es el vigor de los terneros Ayrshire. Se trata de animales fuertes y fáciles de criar.
Su producción lechera es notable. El promedio actual de producción de leche, de acuerdo al Herd Book de la raza, sobrepasa los 6,000 kg de leche con el 3,9% de grasa. Las vacas de mayor producción pueden sobrepasar los 10,000 kg de leche en sus lactancias. El record mundial actual de la raza es de una vaca llamada Ida que en 305 días, bajo un sistema de dos ordeños diarios, alcanzó una producción de 18,500 kg de leche y casi 800 kg de grasa.
A parte de los indicadores de producción de la raza, uno de los aspectos que hacen de esta raza una de las favoritas en las ganaderías de leche es su longevidad. De hecho, se conoce como la raza de leche más longeva. Esto significa mayores lactancias y, en consecuencia, mayor producción de leche.
